Summer in Mara del estudio independiente español Chibig Studios, es un videojuego que llegó a mis manos hace ya un tiempo, por lo tanto, lo he jugado y disfrutado por varias semanas. Este es un juego de aventuras, que trata sobre una pequeña niña llamada Koa, que debe hacer frente a una desconocida y malvada corporación cuyo objetivo es conquistar las islas que componen el océano de Mara; cuyas profundidades debemos recorrer y que además, da el nombre al videojuego.
Mezcla de simulación agrícola y aventuras basadas en historias que se expanden a más de 30 horas de juego y 250 misiones aproximadamente, dejan en claro que la intención de Chibig Studios se centra en que los jugadores exploren el mundo de Mara, lo conozcan y lo sientan propio, de manera que quieran convertirlo en un lugar mejor.
La cálida narrativa se desenvuelve en torno al crecimiento y al desarrollo del personaje como la de Koa, pero todo, a través de la experiencia personal del jugador.
Las influencias de Summer in Mara resaltan desde los tráilers y más en el ejecución del juego, en donde puedes encontrar guiños de la franquicia Zelda o los Animal Crossing, juegos con los que comparte algo de sus mecánicas, y a pesar de no ser tan desarrolladas, funcionan.
Las misiones, en general, se parecen entre ellas; de hecho, en casi todas envían al jugador a realizar tareas conocidas, como las de ir a un lugar a recolectar materiales para construir, cocinar o reparar algo y volver, pero de cierta manera, como jugador, uno las hace con dedicación, porque la historia que es adornada con humor, elementos de magia y ternura, es súper atrayente, razón por la cual deseas seguir avanzando para descubrir cómo esta se desentraña.
Por ejemplo, en una de mis sesiones de juego noté que no tenía agua recolectada en el pozo para regar las zanahorias; me preocupé, así que me di el tiempo de buscar formas de cómo volver a llenarlo para solo descubrí que la única forma de llenarlo era a través de la lluvia, decepcionado decidí continuar el juego en otra oportunidad, y cuando eso ocurrió, vi que estaba lloviendo y me puse muy feliz. Y para mí, por muy simple o repetitivo que nos parezca un juego, si este logra despertar algún tipo de sentimiento o emoción, ya es dinero muy bien gastado.
Resalta además, el diseño de sus personajes y el arte visual del apartado gráfico, son sencillos y mantienen de todas maneras ese rasgo de juego súper independiente, lo que se une perfectamente a la historia, ya que junto a la música del juego, entretiene de una forma integral dentro de esta simpleza.
Hasta ahora, en la versión de PC la que he jugado para escribir esta reseña, he tenido uno que otro bug, que solo me sacaron alguna risa o extrañeza pero no influyeron en la realización de las tareas que llevaba a cabo. El rendimiento del juego es bastante bueno y ya le aplicaron parches, por lo que seguramente, en el momento que lean este texto, ya se habrán quitado algunos de los bug con los que me topé.
También extrañé la falta de opciones de configuración: no se puede, por ejemplo, cambiar la resolución de pantalla dentro del juego y para esto se deben utilizar otras herramientas, como el registro de Windows, o para mejorar aún más la calidad gráfica del juego, utilizar el panel de control de la tarjeta de video de tu PC.
Summer in Mara es sin duda una sorpresa refrescante que llega para alegrar en muchas formas estos pesados días de cuarentena, aunque claro no está hecho para gamers con gustos exigentes, ya que como escribí antes: dentro de esta sencillez uno se da cuenta que muchos aspectos como la navegación o sus sistemas de cultivo podrían haberse desarrollado aún mejor, sin embargo, a todos sus atributos se le suma el precio, que en su versión de Steam es de CLP $10.000 con 15% de descuento.
En síntesis, es un producto independiente bastante recomendable.
Summer in Mara ya se encuentra disponible para PC vía Steam y Nintendo Switch, con un pequeño prólogo gratuito que sirve de demo para que puedas instalarlo y probarlo antes de decidir si lo compras o no.
Agradecemos a Chibig Studios por la copia entregada vía Evolve PR, la que me sirvió para escribir esta reseña.