La mejor serie gringa de los últimos años, “Succession”, ha construido su estructura narrativa en los mismos cimientos de El Padrino: es decir, la historia de un rey y la herencia al trono de uno de sus tres hijos varones. Claro, también hay una hija mujer, pero subestimada por todos. Veamos como se comparan ambas familias.
Michael Corleone y Kendall Roy: Son los protagonistas de sus respectivas historias. Los jovencitos. Kendall Roy, el llamado a heredar el negocio de medios de comunicación familiar, es casi al comienzo un Michael Corleone perfecto. Solo que le falta mucha más astucia y le sobra estupidez y bondad: una mala combinación para ser un sucesor en un mundo corrompido como el de Sucession.
Connor Roy y Fredo Corleone: ambos pertenecen a la categoría hermano grande vago bueno para nada. Podrían llevar el negocio familiar, pero ambos se mueven por otros linderos. Fredo se pone bueno para lesear con las coristas en hoteles de Las Vegas; mientras que Connor pasa del delirio de creerse productor de shows musicales a postularse a la Casa Blanca. Como diríamos en bueno chileno ¿cuál de los dos es más cacho?
Sonny Corleone y Roman Roy: Aunque en apariencia quizas no haya relación aparente entre la violenta veta de Sonny Corleone y la eterna actitud adolescente de Roman Roy, lo cierto es que ambos se expresan desde la misma zona: una completa falta de filtro social. Algo que en el caso de Sonny se resuelve con los puños, y en el caso de Roman, con una constante incontinencia verbal y sexual.
Connie Corleone y Shiv Roy: Ambas son figuras invisibilizadas por el machismo de sus respectivos ambientes. ¿Quizás Connie pudo haber sido la tremenda Madrina? En Succession la hermana mujer Shiv Roy intenta sobresalir y ser digna del amor y respeto paterno frente a sus hermanos. Es la más sagaz de sus hermanos Roy, sin duda, pero digamos que su enemigo interno la traiciona.
Vito Corleone y Logan Roy : Los patriarcas son reflejos opuestos en un mismo espejo: el del poder. Aunque está fuera de la ley, Vito Corleone actúa como un hombre de honor y lo primero son sus hijos. Logan, por el contrario, aunque opera negocios lícitos, actúa sin honor alguno y sus hijos le importan un bledo. En una idea, Succesion es como ver El Padrino pero pasado por neoliberalismo chileno. Negocios son negocios.