En el paradisiaco mar de Liguria, al norte de Italia, vive un chico peculiar cuyos padres sumamente aprensivos le prohíben cualquier actividad que se alejen de la rutina impuesta por ellos. Este niño es Luca Paguro (Jacob Tremblay), temeroso como cualquier hijo de familia sobreprotectora, y muy respetuoso de los límites de resguardo.
En la otra orilla, está Alberto Scorfano (Jack Dylan Grazer), su extrovertido amigo. Éste lo incita a conocer el mundo fuera de las fronteras del hogar familiar, contándole historias fantásticas y mostrándole su colección de objetos humanos, que el mar arroja a la playa de una pequeña isla desierta frente al pueblo de Porto Rosso.
Se podría deducir que este cuento es la típica narración del adolescente que saca a su amigo introvertido de la zona de confort. Y sí, lo es. Pero en esta historia existe una variante muy importante y entretenida: Luca y Alberto no son humanos. Son una especie de criaturas marinas que han vivido en las profundidades por siglos, y que al tocar tierra firme y cercar sus escamas, se transforman en humanos. Con eso, Luca y Alberto deciden cruzar el mar que los lleva al pueblo Porto Rosso, convirtiendo su verano en el más inolvidable de todos.
Esta es la trama principal de Luca, película que se estrenó el pasado viernes en el streaming, Disney +. La cinta es la ópera prima del artista italiano Enrico Casarosa, quien se ha dedicado principalmente a crear los storyboards de películas de Pixar como Ratatouille y Coco, y que en el 2013, dirigió el corto nominado al Oscar, La Luna.
Crecí en la Génova de los 70 y más específicamente, Liguria, que tiene unas costas maravillosas donde los campos y montañas se hunden en el fondo del agua. El parque nacional Cinque Terre está cerca y es un lugar único. Recuerdo que cuando niño pensaba que estas ciudades, como Monterosso o Corniglia, eran criaturas marinas que salían de las profundidades y festejaban en las rocas. Además, como son lugares muy alejados y en los alrededores no hay cómo desarrollarse, estos pueblos parecen estar congelados en el tiempo, dijo el director en exclusiva para NerdNews.
Enrico, explicó que sus memorias personales de esos veranos en los pueblos aledaños al Cinque Terre, están teñidas de algunos detalles que se pueden ver en el filme, como el agua cristalina, los gelatos, el spaghetti, las Vespas y las sandías, algo que quiso llevar a la audiencia para que pudieran sentir lo que es un verano italiano de la infancia.
La mitología de los monstruos marinos es muy antigua como el mismo artista mencionó, los cartógrafos hace miles de años, dibujaban bestias marinas en las esquinas de los mapas como una forma de marcar lo desconocido. Porque los seres humanos siempre le han temido a lo diferente, a lo desconocido, y ese temor, en la imaginación colectiva casi siempre está representado de forma horrorosa.
Aunque esta no es la única inspiración que el director tomó de otro tiempo, también se enfocó en esas preguntas que se hacía de niño sobre la posibilidad de tener otro tipo de vida en el mar de Italia. Sin embargo, el corazón de la cinta está en las relaciones que formó en su infancia.
Yo quería hablar sobre la amistad en esta película. Yo era muy tímido y mi familia me protegía mucho. Mi mejor amigo, Alberto, era un alborotador. Él hacía lo que quería y éramos muy distintos. Eso se sintió muy atractivo y cuando lo hablé con otros colaboradores me decían: ¡Yo también tenía un amigo así! Alberto me sacó de mi zona de confort, me empujó por muchos bordes, literal y metafóricamente, y me hizo preguntarme ¿Estaría hoy donde estoy sin haber conocido a Alberto? Y ese es un tipo de amistad de la cual queríamos hablar con ‘Luca’, sobre las que nos cambian, las que nos hacen crecer y encontrarnos a nosotros mismos, dice.
Dimmi con chi vai, e te dirò chi sei (Dime con quién vas y te diré quién eres)
Como en la mayoría de las películas de Pixar, Luca tuvo un importante proceso de investigación para que hasta los más mínimos detalles reflejarán el corazón de la historia y la vida de los italianos. Según lo cuenta Casarosa, este proceso comenzó con preguntarle a su equipo sus experiencias con sus amistades especiales, si tenían a un Alberto en sus vidas o eran el Alberto de alguien más.
Luego, partieron a Italia, donde el director ejerció como anfitrión y llevó a su equipo a los lugares donde estaba ambientada la historia, a comer las comidas típicas del lugar y ver mucho cine italiano clásico como las cintas de Fellini (La Dolce Vita), Vittorio de Sica (Ladrón de Bicicletas) y especialmente, Los desconocidos de siempre de Mario Monicelli, con el objetivo de mostrar la cotidianeidad italiana lo mejor posible.
No quería fiarme solamente de mis recuerdos. Así que queríamos verificar si pasábamos la ‘Prueba de italianidad’. Tuvimos muchas oportunidades para interponer el idioma italiano en medio de una conversación en inglés. Nos entretuvimos mucho imaginando niños que dicen garabatos en italiano ¿Qué te pasa, estúpido? ¡Santa Mozzarella! o dichos con diferentes quesos, cuenta el realizador.
Con relación al cast, que incluye a conocidos actores infantiles tales como Jacob Tremblay (Room) y Jack Dylan Grazer (Shazam!) Interpretan a Luca y a Alberto respectivamente, y a la debutante Emma Berman, quien le da vida a Guilia, el director contó que no fue fácil encontrarlos.
Hicimos muchas audiciones, pero me gusta cómo quedamos. Jacob es un actor muy experimentado y con una inocencia verdadera. A Jack Dylan Grazer lo seguía en cualquier cosa que estuviera tramando. Es muy carismático, seguro de sí mismo y muy divertido. Es muy improvisador también y Emma Berman es una novata en la actuación. La encontramos en San Francisco, cerca de los Estudios Pixar y ella tiene una inmensa energía, muy alegre. La primera vez que la conocí sonreía mientras estrechaba mi mano, y hay algo hermoso en la textura de su voz., recuerda Casanova.
El director además, cumplió otro de sus sueños el de trabajar con grandes comediantes como Maya Rudolph (Saturday Night Live) y Jim Gaffigan (17 Again), quienes interpretan a los padres de Luca, Daniela y Lorenzo. Maya trajo la fortaleza y cariño de una madre, su personaje está muy preocupada de su hijo y Jim es ‘muy papá’, tiene cinco hijos en la vida real, es muy amoroso y fue un placer hacer este papa tan poco serio, explicó Enrico, sobre los actores que colaboraron en la cinta, en la que también incluyó a famosos actores italianos.
Marco Barricelli (The Book of Daniel) como Massimo, el gigante y bonachón padre de Guilia; y Saverio Raimondo (Esami), como Ercole, el bravucón del pueblo; y Marina Massironi (Cartas a Julieta) como la Sra. Marsigliese; todos trabajaron con el director, tanto para la versión original como para el doblaje en italiano del filme y muchas veces a distancia vía Zoom.
Desafíos pandémicos
El equipo de Luca, tal como muchos otros directores, tuvieron que adaptarse a las restricciones sanitarias por el Covid-19. Los desarrolladores del filme no podían trabajar presencialmente en las oficinas de los Estudios Pixar ubicados en Emeryville, California, por tanto tuvieron que repensar la forma de terminar esta producción.
En un principio no sabíamos si podíamos terminar la película, así que todo el equipo trabajó duro y encontró soluciones para algunas cosas como el arte, pero algunas veces teníamos la posibilidad de ir a la oficina y estar distanciados y lo hicimos así. La dificultad nos hizo juntarnos aún más, dijo Casarosa.
Además, el cineasta explicó que una de las complicaciones más importantes fue grabar las voces de los actores, ya que por lo general, estas se montan en un estudio de grabación especializado, pero por la pandemia, varios de los actores tuvieron que hacer sus estudios en casa y grabar con IPads como Jack Dylan Grazer, quien grabó sus líneas desde el closet de su madre.
Inclusive la música tuvo esta modalidad. Nuestro compositor Dan Romer compuso la banda sonora que estuvo acompañada de algunas canciones italianas de los 50 y 60 y como imaginaran, tuvimos que grabar la banda sonora de manera distanciada. Y estaba loco porque teníamos que grabar todas las partes por separado, los violines un día y la percusión en otro, recordó Casarosa.
¡Silencio Bruno! Aires de Miyazaki y el poder de la amistad
En una de las escenas de la película, Luca está asustado ya que Alberto quiere saltar en una bicicleta hecha a mano desde una colina hacia el mar. Viendo la situación, Alberto le dice a Luca que tiene un Bruno en su cabeza y que tiene que hacerlo callar gritando ¡Silencio Bruno! Cuando Luca lo hace, Alberto lo sube a la bicicleta y ambos se lanzan por la pendiente directo al agua.
Como director novato, nunca había hecho un largometraje, así que fue un desafío y uno es muy cruel con uno mismo. Eso es un ‘Bruno’: la crueldad en nuestro ser, de como nosotros mismos no nos tratamos tan bien. Y puedo identificarme en la manera de que las inseguridades vienen cuando intentas hacer algo así de difícil, como una película y la manera de superarlo y ‘Bruno’ no se va. Tenemos que lidiar con ‘Bruno’ y no sé si podemos sacarlo completamente de nuestras vidas, pero creo que es sobre rodearse de gente positiva y decir ¡Si podemos hacerlo! Es eso es que los Albertos del mundo nos dicen ¡Nosotros podemos!
Y agregó si no tomamos riesgos, desafíos o somos derribados y nos volvemos a parar, no crecemos, no aprendemos. Así que siento que lo que Alberto hace por Luca es traerlo hacia los problemas. Si no se metiera en problemas, no tendría chances de crecer, así que por eso tomé un proyecto tan grande como este, ya que quise crecer y cambiar y será difícil, pero será muy satisfactorio.
Además, Luca tiene la particularidad de ser estéticamente distinta al resto de las películas de Pixar, donde la apariencia de los personajes es un poco más caricaturesca que de costumbre y los lugares parecen extraídos de una cinta de Studio Ghibli que han sido pasados al 3-D y según el director, esto no es casualidad, ya que admira profundamente al director, guionista y productor de animaciones, Hayao Miyazaki
Creo que desde el principio vimos todas las áreas de cómo hacer esta película distinta y cómo la podemos hacer como en un mundo de niños. Cuando empecé a hablar con los animadores, estábamos interesados en hacer una exploración y traer inspiración en nuestra animación 3D que es un poco más 2D. Así que estuvimos viendo animación japonesa. Por lo general, en la animación hay 24 dibujos por segundo y en 3D utilizamos esa cantidad para que se vea muy suave. Pero había una aspereza en los dibujos de Conan, el niño del futuro, y nos hizo pensar la jugabilidad del mundo de los niños, que era la razón para hacerlo y Alberto era esta fuerza que podía hablar sobre el tipo de dinámica, relató.
Con eso, ahondó en el mensaje que quiere transmitir la película, de encontrarse a uno mismo gracias a las amistades que uno forja en su vida, de encontrar a un grupo de personas que te acepta y que son capaces de encontrar la mejor versión de uno mismo, en ocasiones, antes que tú.
El viaje de ‘Luca’ es mucho sobre abrazar las cosas que alguna vez tuviste vergüenza o de cualquier cosa que te hiciera sentir como un otro y distinto. La seguridad que Alberto y Giulia transmiten, ayudan a Luca a llegar a este espacio y definitivamente se iba a ver mal si ablandamos la historia y que todo el mundo amará a Luca, porque cuando te muestras a ti mismo, algunos no te aceptarán, pero otros sí. Los amigos son esas personas, tienes que encontrar a los correctos así que esa conexión, las personas que realmente te ven y la idea del ‘Silencio Bruno’ fue que ellos te ven antes que tú mismo porque saben lo que eres capaz de hacer. Tienes que salir a ver el mundo, habrán desafíos y personas que nunca te aceptarán, pero trata de rodearte con personas que son abiertas y que te quieren, concluyó.