La normalidad es en muchas ocasiones algo que se rige por la cotidianidad, de cosas que vemos siempre en nuestro día a día. Esto puede llegar definir lo que consideramos como humano o lo que es el amor.
Entonces todo lo que se escapa de esa normalidad a lo que muchos están acostumbrados cae irremediablemente en lo anormal. Justamente la palabra que sirve para definir la anormalidad de alguien es “Monstruo”, término que siempre atrae el temor y distancia de los demás .
“Monstruo” es el nombre de la cinta del director japonés Hirokazu Koreeda, ganadora a mejor guión en el Festival de Cannes del 2023 y además de estuvo nominada a mejor película internacional y una pieza maestra que debes ver en cines chilenos.
A los inicios de la película se nos van mostrando actitudes extrañas del niño Misato, se corta el pelo él mismo, tiene rabietas, molesta a sus compañeros de clase (en especial a Yori), entre otras cosas que preocupan a Saori, su madre. Investigando un poco Saori sospecha que el culpable del comportamiento de su hijo es su profesor Hori, quien aparentemente estaría abusando físicamente de Misato.
La cinta se divide en tres perspectivas: Saori, la mamá de Misato; el profesor Hori y el mismo Misato. En conjunto van mostrando el misterio de un cuarto personaje, Yori, quien es un compañero de clase de Misato y el extraño comportamiento de este (Misato).
Con pequeños tintes de thriller se va creando una neblina en la trama que ante el espectador hace creer que el motivo de la actitud de Misato y el misterio que rodea a Yori se debe a una razón fantástica o siniestra. Pero conforme va avanzando la historia todo eso se va esclareciendo más y más. En sentido, el director Hirokazu Koreeda crea una obra maestra con pequeños detalles, cambios de perspectiva y el resultado es apabullante, genial y único.
Con la atmósfera creada la película te guía para mostrarte que el problema no es que exista algo anormal, sino que no entendemos esa anormalidad. Qué es un monstruo, sino algo que no entendemos del todo. Es ahí cuando llega el momento de la película de explicarse tomando un ritmo más sensible.
Es en ese sentido donde el personaje de Yori reluce más, ya que lo que se conoce de él son los trozos de las distintas perspectivas que expone la obra, en especial las primeras dos partes de la película. Esta cinta se encarga de mostrarnos a este monstruo tal cual es, un niño dañado que hace lo que puede para entenderse y sobrellevar su realidad.
En ese sentido Misato sirve de nexo para revelar el misticismo de su comportamiento y de Yori, ya que ambos buscan entender qué es lo que sucede con ellos y lo más difícil, expresarlo y que los demás lo entiendan.
Es posible que la mayor dificultad que se encuentre en esta película, es que el público que no esté tan acostumbrado a las tradiciones japonesas se pueda perder un poco al momento de seguir ciertos tramos de la historia.
Una historia interesante desde el primer momento, con problemáticas que otorgan una gran reflexión al público. Una trama que, aunque laberíntica, sabe guiarte hacía el clímax de la obra, donde el mensaje se entrega incluso con un final de libre interpretación.