Calificación:
Decir que El Diablo a Todas Horas no me sorprendió, sería mentir. Esta película, que llega mañana a Netflix, está dirigida por Antonio Campos, y escrita por él y su hermano, Paulo Campos. El guion es una adaptación de la novela homónima de Donald Ray Pollock, un autor estadounidense, que nació y creció en Knockemstiff; misma localidad donde se ambienta parte de la acción de la cinta.
Es importante hablar del contexto de creación de esta historia, ya que gran parte de los pilares argumentales de la película se basan, principalmente, en el trasfondo sociocultural de los personajes.
Donald Ray Pollock, de 66 años, trabajó gran parte de su vida en una fábrica de papel. Siendo muy joven, tuvo que abandonar sus estudios para dedicarse a trabajar, debido a serios problemas económicos. No fue hasta el 2009 en que el autor cumplió los 55 años, que se graduó de un curso de escritura creativa en la Universidad Estatal de Ohio. Desde esa fecha, e incluso antes, comenzó a escribir cuentos en que plasmó la dura vida que debió enfrentar, creciendo en un pueblo rural como Knockemstiff, Ohio.
El Diablo a Todas Horas, es su primera novela, publicada en 2011, y tiene como personaje principal al joven Arvin Russell, que se convierte, sin quererlo, en el mar donde desembocan todos los ríos de la historia: En él se concentran todos los dramas que lo llevan a ser, no sólo el protagonista, sino el motor invisible del argumento.
En la película, que se extiende por 138 minutos, Arvin es interpretado por Tom Holland, que se ha hecho mundialmente conocido por su papel como Peter Parker, en la nueva versión de Spider Man. Holland, de 24 años, personifica a un adolescente de 17, pero tiene la ventaja de verse mucho más joven, por lo que esa diferencia no se nota en pantalla.
El actor inglés ya había demostrado que posee dotes no sólo para la comedia, sino también para el drama. Difícil no recordarlo, todavía como un niño de 12, en su rol protagónico Lo Imposible (2012); y también en Mi vida ahora (2013), donde dejó en claro que tiene aptitudes de actor dramático. En esta oportunidad, una vez más, lo confirma. Como el joven huérfano, preso de su pasado, Holland lo hace muy bien; e incluso el acento sureño le resulta creíble.
El mal en cada esquina
Esta película cuenta con varios recovecos, que se conectan hacia el final del filme, y donde una de las líneas principales tiene que ver con los Russell. Una de esas aristas, es la del padre de Arvin, Willard (Bill Skarsgård) quien como soldado en la Segunda Guerra Mundial, vio la naturaleza del hombre (paradójicamente a semejanza de Dios) en guerra: crueldad y sadismo, dos adjetivos representados en la imagen de un compañero en armas, que fue crucificado en medio del descampado de las Islas Salomón.
Contrario a todo pronóstico, ese hecho traumático y el regreso a su pueblo natal, lo acercaron mucho más a Dios. Un Dios cruel, que no muestra misericordia, porque pronto le arrebata lo que más ama en el mundo, su esposa y madre de su hijo, Charlotte. Más temprano que tarde, pierde la cordura y toda relación con un ente divino se desvanece, dejando a su pequeño hijo huérfano de padre y madre.
Estos hechos obligan al niño a vivir con su abuela y su tío; y ahí será criado como hermano de la pequeña Lenora (Eliza Scanlen), que es tanto o más desafortunada que él. Dos huérfanos viviendo en Virginia Occidental, mientras el amargo recuerdo de la Segunda Guerra Mundial queda atrás, y el futuro amenaza con otro enfrentamiento bélico.
Cuando el nuevo predicador, Preston Teagardin (Robert Pattinson), llega al pueblo, las tristes vidas de los ahora adolescentes, se vuelven a salir del camino, lo que revive una vieja superstición de la abuela, que más que fantasía, parece la ira de Dios arrojada sobre dos inocentes niños.
La narración de la historia principal se intercala con la de otros relatos que se encuentran, desafortunadamente, en un punto en común. Y entre ellos se destacan la de dos asesinos seriales, un policía corrupto, una madre devota de su hija y su esposo devoto de Dios. Porque, lo que más abunda aquí, es la fe, pero una malsana. Ese fervor religioso que se vuelve peligroso.
Los personajes están combatiendo al Diablo a todas horas, lo que los lleva por un camino de frustración y desesperación, del que es muy difícil salir. Todos sacrifican algo o a alguien, para poder hacer las paces con un Dios, que como ya dije, es cruel y rencoroso. Y el Diablo, que se asoma en todas las esquinas, a veces resulta más atractivo.
Pero, como toda historia, esa rabia de un Dios distante y brutal sólo refleja la propia desgracia humana. Que muchas veces se escuda en creencias para no dejar al descubierto la miseria que nos mueve.
En general, la historia se resuelve bien en sí misma, y es satisfactorio ver que el libreto se lleva por delante algunos detalles que puede tener la cinta. Pero en general, es una gran película, que tiene un elenco de lujo, que incluye a los ya mencionados, Tom Holland, Robert Pattinson, Bill Skarsgård y Eliza Scanlen, pero que además cuenta con Haley Bennett, Riley Keough, Harry Melling, Sebastian Stan, Mia Wasikowska y Jason Clarke.
El único pero que han dado algunos tiene que ver con la duración de la película, en comparación al potencial que ofrecen los relatos individualmente. Y coincido con esa crítica, porque las casi dos horas veinte minutos de duración, no alcanzan para contar lo que podría haber sido, sin ningún problema, una miniserie, en la que se podrían haber explorado con mayor profundidad los conflictos que en algunos casos, no se logran explicar a cabalidad.
Sin embargo, más allá de eso, y como ya afirmé en un inicio, esta cinta me sorprendió bastante además, cuenta con la narración en off del propio autor de la novela, porque es un relato duro, crudo y que, tristemente, se siente muy real, porque el fanatismo religioso es una verdad universal, transversal y anacrónica.
¿La vida es lo que es, o es producto del enojo de un ente superior que todo lo ve y ordena? Al menos en el universo de El Diablo a Todas Horas, los personajes quieren creer que es lo segundo, y todo está determinado por esa creencia. Pero es lo contrario, y la verdad es que abusamos de nuestra libertad. Y cuando el daño está hecho culpamos a los dioses que no vemos para resarcirnos de nuestros errores.
No me corresponde responder una pregunta tan filosófica como espiritual, pero en lo que compete a esta cinta de Antonio Campos, puedo decir que es una experiencia cinematográfica que vale la pena vivir.
Ficha técnica:
- Título original: ‘The Devil All the Time’.
- Año: 2020
- Duración: 138 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Antonio Campos.
- Guion: Antonio Campos, Paulo Campos, basado en la Donald Roy Pollock.
- Reparto: Robert Pattinson, Tom Holland, Bill Skarsgård, Mia Wasikowska, Jason Clarke, Sebastian Stan, Riley Keough, Haley Bennett, Mia Goth, Eliza Scanlen, Tracy Letts, Gregory Kelly, Gabriel Ebert, Emma Coulter.