¿Han sentido ese calor que recorre el cuerpo cuando algo que ven, leen o escuchan los hace felices? Esa sensación de que todo está bien por los minutos que dure lo que están haciendo, ese cobijo que sólo puede sentirse con algo que realmente les gusta. Eso me pasó cuando vi la secuencia inicial de la nueva temporada de The Umbrella Academy, que se estrena mañana en Netflix. Y claramente, los ejecutivos de la plataforma de streaming sabían lo que hacían cuando decidieron liberar esos tres minutos de apertura, que lo único que han logrado es aumentar la ansiedad de los fans.
Como adolescente de los 2000 y tantos que fui, declarada emo y fanática de My Chemical Romance, sentí que quedé viuda cuando la banda que me acompañó durante tantos años decidió separarse en el 2013. Luego de eso, y con esto reconozco mi error, les perdí el rastro a los miembros de la banda, incluyendo al frontman, Gerard Way.
Lo que yo no sabía es que incluso antes de que la banda tomara caminos separados, entre 2007 y 2009, Gerard Way, juntó al dibujante Gabriel Bá, publicaron dos series limitadas de sus cómics que bautizaron como The Umbrella Academy, bajo la editorial Dark Horse, y con uno de los cuales Apocalypse Suite ganaron un premio Eisner el 2008.
Desde la primera publicación existieron conversaciones para poder adaptar la historieta, que, a grandes rasgos narra la historia de una familia de Superhéroes que debe prevenir el apocalipsis, a la pantalla grande. Pero incluso Rawson Marshall Thurber (Rascacielos: Rescate en las alturas), a quien se le había encargado la escritura del guion, dijo que era poco probable que el proyecto se concretara, porque la historia era demasiado desafiante. De eso pasó casi diez años, cuando finalmente en 2017, fue el propio Gerard Way quien confirmó una adaptación por parte de Netflix, en formato Live-action.
Así transcurrieron dos años más, hasta que un día de verano y revisando qué era lo nuevo que llegaba en febrero del 2019 a la plataforma, vi por primera vez el afiche de The Umbrella Academy. En primer plano, Ellen Page, una de mis actrices predilectas desde ese excelente papel de la adolescente embarazada en Juno. Robert Sheehan, viejo conocido porque protagonizó la infravalorada serie británica Misfits, y Tom Hopper, a quien sólo recordaba siendo achicharrado por el fuego del dragón de Daenerys, en su corta aparición como Dickon Tarly 2.0 en la séptima temporada de Game of Thrones.
Si bien el resto del elenco no se me hacía familiar, tenía antecedentes suficientes para que ver The Umbrella Academy se convirtiera automáticamente en una necesidad. Menos mal, y lo digo porque he sufrido muchas desilusiones, la adaptación creada para Netflix por Steve Blackman (Fargo) y desarrollada por Jeremy Slater (The Exorcist), no me decepcionó, sino todo lo contrario. Logró encantarme, y así, a miles de fanáticos.
Los Hargreeves
La primera temporada de The Umbrella Academy, o la academia paraguas como me gusta decirle, se centra en la familia Hargreeves, un clan tan disfuncional como diverso, que después de muchos años de distancia, se ve obligado a retomar el contacto cuando el padre muere en circunstancias sospechosas.
A este padre, Sir Reginald Hargreeves, también conocido como The Monocle El Monóculo , por su costumbre de nunca quitarse el accesorio, le sobreviven cinco de sus siete hijos, a quienes adoptó siendo recién nacidos. Número 1 o Luther (Tom Hopper), Número 2 o Diego (David Catañeda), Número 3 o Allison (Emmy Raver-Lampman), Número 4 o Klaus (Robert Sheehan) y Número 7 o Vanya (Ellen Page). También su sirviente/amigo chimpancé, Pogo (Adam Godley) y la madre robot de la familia, Grace (Jordan Claire Robbins).
El hecho de que sus hijos tengan como primer nombre un número, dice mucho de la clase de padre que fue el señor Hargreeves. Pero, además de una crianza difícil, el número en el nombre de los hermanos es también una forma de clasificarlos según sus poderes. Porque sí, tienen súper poderes. De hecho, The Umbrella Academy es el nombre que su padre le dio no tan sólo a la casa en que viven, sino también al grupo que conformaban cuando combatían el crimen, siendo aún niños.
Con la reaparición de Número 5, o Cinco (Aidan Gallagher), – el único hermano que no tiene nombre propio las cosas se complican para la familia y para el mundo. Porque Cinco, quien desapareció a los 13 años por un error de cálculo en un salto espacio temporal su poder -, estuvo atrapado tres décadas en el futuro, y reapareció en el 2019 en su cuerpo de preadolescente, aunque mentalmente tiene 58. Pero el problema no es que haya vuelto, es que tienen ocho días para salvar al mundo del apocalipsis.
Así, los hermanos Hargrevees se unen para intentar evitar esta catástrofe, sin antes pasar por muchos altos y bajos, que los obligan a solucionar problemas que arrastran desde la niñez y la adolescencia. Todo eso envuelto en una demente trama que incluye viajes en el tiempo, poderes ocultos, baile, alucinaciones, ¿incesto?, sicarios, alienígenas, contacto con los muertos y mucha, mucha acción.
Esa primera temporada donde se nos presenta a los personajes es tan redondita, que algunos lectores del cómic han declarado que se hace cargo de mejor manera de algunos conflictos que la propia historieta original. Como por ejemplo, el arco relacionado con los poderes de Vanya, que se desarrollan de manera fatal mientras progresa la primera tanda de diez capítulos, y que finalmente *Spoiler alert* desencadenan el apocalipsis.
Reagendemos el fin del mundo
Y ahí nos quedamos, con todos los miembros de The Umbrella Academy reunidos – incluyendo a Ben/Número 6, traído a la vida en forma de espíritu/fantasma por Klaus – en un círculo, dándose cuenta de que es imposible evitar el fin del mundo. Porque ellos son los responsables de ese apocalipsis. Y con Cinco aplicando todo lo aprendido en sus 35 años de exilio forzoso en el futuro, intentando trasladar a todos sus hermanos a otra época, donde sus vidas no peligren y puedan tratar, desde ahí, salvar a la humanidad.
Así parte The Umbrella Academy 2, en ese momento exacto cuando los hermanos saltan al pasado, específicamente a 1963, Dallas, Texas. En realidad, 1960, 1961, 1962 y 1963. Porque todos ellos caen repartidos en el mismo callejón, pero en diferentes años. Y ahí, solos, comienzan a reconstruir sus vidas, en una época donde una potencial guerra nuclear es tema recurrente, donde el racismo es pan de cada día, sobre todo en el sur de Estados Unidos y donde el hipismo está el alza.
Por supuesto, los hermanos Hargreeves no siguieron el consejo de Abe Simpson a Homero: Si algún día viajas en el tiempo, no vayas a tocar nada. Porque el más pequeño cambio puede alterar el futuro como no te imaginas. E hicieron justo eso, lo que no tenían que hacer, igual que Homero tocaron lo que se les dio la gana. Cambiando completamente la línea temporal, provocando una vez más, el apocalipsis. Esta vez en 1963, días después del no asesinato del presidente John F. Kennedy.
Al igual que lo fue antes, es Cinco el encargado de advertir a sus hermanos sobre el Armagedón, y de reunirlos, porque en ese pasado, que ahora es presente muy Dark todo los hermanos aún no han logrado encontrarse.
Allison es activista por los derechos civiles dentro de la comunidad negra de Dallas, Klaus fundó un culto y recorre el país en un bus místico junto a Ben, Luther trabaja como matón para un mafioso, Diego está internado es un manicomio por su obsesión con salvar a Kennedy, Vanya perdió la memoria y vive en una granja, y Cinco aparece en Dallas minutos antes del fin del mundo.
Cuando logra reunirlos se internan nuevamente en una intrincada trama de viajes temporales, donde algunos personajes de la temporada pasada que no tuvieron un buen final, adquieren mucha relevancia para el desarrollo de la historia.
Ahora los Hargreeves se enfrentan a enemigos inesperados entre ellos uno muy cercano que harán aún más difícil restaurar la línea de tiempo para poder volver al 2019, desde donde se supone, nunca debieron salir. Porque a donde quiera que van llevan consigo el apocalipsis, o al menos son el catalizador que hace explotar la bomba.
Sin adelantarles mucho de qué va exactamente esta segunda temporada, puedo asegurarles que estarán satisfechos. Porque si la primera tanda fue introductoria para la mitología de The Umbrella Academy, la segunda se encarga de escarbar mucho más en esos secretos y conflictos que los avergüenzan como familia.
Se adentra en la intimidad y en la psicología de los protagonistas, que una vez más, se lucen. Mención especial se lleva Aidan Gallagher, quien interpreta a Cinco, que con tan solo 16 años se pone al mismo nivel, y en momentos sobrepasa, a todas sus coestrellas que tienen más años y más experiencia en el cuerpo. Las nuevas incorporaciones a esta temporada son un plus para la trama, y aunque al principio no lo entendí así, vaya, que buen aporte fueron.
Los momentos de comedia son más hilarantes que nunca, las duplas Diego/Luther y Ben/Klaus, están mejores y más graciosos en esta oportunidad.La emotividad se siente a flor de piel. Hay una escena hacia el final de la temporada que me hizo llorar como guagua. Solo diré, las despedidas, a veces, son más duras de lo que uno espera. Todo esto es acompañado, nuevamente, por una excelente banda sonora. Aplausos para Jeff Russo, el encargado de darnos y devolvernos, excelentes momentos con la música.
Aprovecho este largo soliloquio para agradecer la reivindicación que hace el guion con Vanya, ustedes entenderán cuando vean la serie.
The Umbrella Academy 2, supera largamente a su antecesora, sin desmerecer la gran calidad de la primera. El ritmo de esta temporada funciona de tal manera que cuando se sienten a verla, no se van a querer parar más. Hay más drama, más risas, más conspiraciones, más amor, más locura y más poderes de los que imaginamos e incluso, que los personajes imaginan. Cada arco que se abre se cierra satisfactoriamente hacia el final, y cada situación descabellada encuentra respuesta dentro de los mismos 10 capítulos.
Como soy una consumidora exigente, ya estoy esperando que Netflix confirme la tercera parte, porque una vez más nos dejan amarrados con un cliffhanger que nos va a provocar una crisis nerviosa a todos, de no llegar a renovarse. Me da esperanza que el cómic se volvió a editar en 2018, por lo que material, hay.
Para concluir, y como mencioné al principio de esta larga reseña, no solo la secuencia inicial se sintió como una manta caliente que te abriga en el frío. Toda la temporada lo fue. Por mi parte, me repetiré el plato apenas esté disponible. Qué excelente historia nos entregaste, Gerard Way.
Título original: ‘The Umbrella Academy‘
País: Estados Unidos
Año: 2020
Creadores: Jeremy Slater y Steve Blackman
Protagonistas: Ellen Page, Tom Hopper, Aidan Gallagher, Emmy Raver-Lampman, David Castañeda, Justin H. Min y Robert Sheehan