Por Javiera Catalán S.
De la clásica historia de las hermanas March, Mujercitas, de la autora estadounidense Louisa May Alcott, cuyo libro fue publicado en 1868, se han hecho ocho adaptaciones a la pantalla grande – dos de ellas mudas-. Estrellas de la época dorada de Hollywood como Katherine Hepburn, Elizabeth Taylor y Janet Leigh dieron vida a alguna de las hermanas March en las versiones de 1933 y 1949. Y en una de las más recientes, la de 1994, los protagonistas fueron unos jóvenes Winona Ryder y Christian Bale. Pero esta versión 8.0, que llega hoy a los cines nacionales y que está dirigida y escrita por Greta Gerwig, no tiene nada que envidiar a sus predecesoras, de hecho, todo lo contrario.
Esta nueva entrega – que está nominada a seis estatuillas de la Academia, entre ellas Mejor Película – cuenta con un elenco envidiable. Lo más selecto de la nueva camada de actores jóvenes se reúnen en esta cinta. Saoirse Ronan, interpreta a Jo March – rol que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz -, Emma Watson como Meg March, Timothée Chalamet como Theodore Laurie Lawrence, Eliza Scanlen como Beth March y Florence Pugh como Amy March – nominada como mejor actriz de reparto en los Premios de la Academia-. A ellos se suman actores de la talla de Meryl Streep como la Tía March, Laura Dern, como Marmee, la madre de las hermanas March y Bob Odenkirk como el padre.
Narra una historia que ya es conocida por la mayoría, pero que en ningún caso aburre. Cuatro hermanas viviendo los años más duros de la Guerra Civil, a la cual su padre a decidido ir como voluntario, hace que las chicas tengan que privarse de muchos lujos para poder sobrellevar los tiempos difíciles. Son años crueles tanto históricamente, como en lo personal, donde cada una enfrenta la llegada de la vida adulta a su manera, unas con más temor y decepciones que otras. En las alegrías y decepciones las acompaña el encantador vecino millonario, Laurie.
Esta película posee belleza en todo sentido. Desde el primer minuto la química en pantalla de los actores transmite cada sentimiento que Greta Gerwig plasmó en el guion – categoría en la que también está nominada-. A diferencia de otras adaptaciones y del propio libro, la historia no está narrada de manera lineal, sino que utiliza el recurso de flashbacks para contar acontecimientos del pasado, lo que hace mucho más interesante embarcarse en las aventuras de las March, cuando niñas y cuando adultas. Y esa transición entre un tiempo y otro es tan sutil y perfecta – donde la paleta de colores juega un papel importante – que no se genera confusión para el espectador, sino que enriquece aún más el ya excelente relato.
La vida de las March, sus deseos de independencia, de amor y de éxito están más vigentes que nunca, a pesar de los 152 años desde su publicación original. Y Greta Gerwig sabe cómo darle esa vuelta necesaria el 2020, donde el feminismo es un tema recurrente, por eso duele tanto que no la hayan considerado en la categoría Mejor Director para los Premios Oscar. La historia es acompañada hermosamente por la música compuesta por Alexandre Desplat, conocido por otras bandas sonoras memorables como El gran Hotel Budapest y La forma del agua.
Mujercitas no agota, y a diferencia de otros remakes que nos hacen pensar: nadie estaba pidiendo esto, y aún así lo hicieron, esta historia podría seguir haciéndose durante muchos años. Qué bueno que fue Greta Gerwig la encargada de llevar la vida de las March a las nuevas generaciones, porque lo hizo magistralmente. Los 134 minutos de duración se vuelven cortos, y cuando toca salir de la sala de cine queda la sensación, no solo de haber presenciado una gran obra cinematográfica, visual y sonoramente hermosa, sino que se siente el corazón lleno. Repleto de buenas actuaciones, rebosante de cariño por cada una de las hermanas March. Tanto cariño que quisiéramos seguir sus vidas por mucho más tiempo. Greta Gerwig, que ya había hecho un excelente trabajo con Lady Bird, se consagra como una de las mejores directoras del último tiempo. En Mujercitas hizo notar su amor por el cine y nos entregó una película que desborda amor en cada uno de sus detalles.