La cinta “Creed”, trajo un aire fresco a la popular saga de “Rocky”, siendo un excelente spin-off que nos entregó emociones que vivimos con la primera película de Stallone del año 1976, quien volvió a interpretar de forma magistral a su clásico personaje, ganando el El Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto el año 2016.
Y luego de una gran secuela que aunque no pudiera superar a la original, dejó a la mayoría de los espectadores contentos, Stallone quiso alejarse completamente de esta nueva saga, lo que generó algo de expectación en cómo podría ser manejado por Ryan Coogler director de la dos primeras cintas, quien trabajó en el guión y producción de “Creed III”. Pero por sobre todo para Michael B. Jordan, quien no solo vuelve en la tercera entrega en el papel principal, sino que además como director, siendo este su debut detrás de las cámaras.
Y personalmente, creo que el resultado es electrificante y satisfactorio, ya que demuestra que la larga franquicia de películas de boxeo de Sylvester Stallone quedó en buenas manos, con un Jordan que brilla otra vez como Adonis Creed pero también como director. Creador que entrega un producto entretenido y lleno de emoción acorde a la saga, pero que también cuenta con unos pasajes, como los donde se comunica con su hija usando solo con lenguaje de señas que son hermosos, los cuales de alguna forma creo dan algunas luces de lo que podría convertirse en una excelente carrera como director.
En la cinta, Adonis se encuentra disfrutando de su jubilación: en lugar de recibir puñetazos regularmente, disfruta de fiestas de té con su hija, Amara (Mila Davis-Kent), ofrece apoyo moral a su esposa productora musical, Bianca (Tessa Thompson), y promueve la próxima generación de estrellas del ring. Hasta que por vueltas del destino, se enfrenta a su viejo amigo Damian Anderson.
Personaje interpretado por el talentoso Jonathan Majors, quien con una poderosa actuación antagonista, se transforma en el arma no tan secreta de “Creed III”, en un universo fílmico que de no quedar en estas tres cintas y continuar entregando más películas, podría ser un protagonista interesante de una cuarta entrega.
En conclusión, “Creed III” es una cinta totalmente recomendable ya que gracias a un buen trabajo de dirección entrega algunas escenas épicas disfrutables en la pantalla más grande que tu bolsillo pueda pagar, los cuales se nota fueron inspiradas en el anime “Hajime no Ippo” (“Espíritu de Lucha”), como el propio Michael B. Jordan contó hace un tiempo.
“Creed III” se encuentra ya en las principales salas chilenas y en serio, si pueden y les alcanza el presupuesto, háganse un favor y vayan a verla en IMAX.
