Por Juan Marín
Según la RAE (diccionario de la lengua española) maternidad significa el estado o cualidad de madre. La película Lamb trata sobre una especial maternidad. Retrata a una mujer, María, que no puede tener hijos y adopta como hija a un ser híbrido entre niña y cordero -cuerpo de humano y cabeza de cordero- llamado Ada . La imagen que provoca la niña es realmente perturbadora.
Esta historia proviene del floklore de los países nórdicos. Es una terrorífica fábula con muchas metáforas tomadas de la biblia y con una reflexión en torno al instinto natural de la maternidad.
Esta rara avis del género del terror no es para nada convencional. Incluso no la llamaría una película de terror, tiene más elementos del género fantástico con toques sutiles de terror. Hay que ir a verla sin pensar en que es una película de horror. No hay sustos, ni jumpscare, solo una historia bizarra que produce una tenebrosa sensación con una extraña e inquietante atmósfera
La cinta es producida ni más ni menos que por la productora A24 que ya nos ha deleitado con perturbadores filmes como Midsommar, The Lighthouse o Climax. Lamb se suma a la lista de esas películas que te logran dejar minutos pegados en la pantalla al finalizar la función, pensando en lo que acabas de ver. Una rareza cinematográfica que se agradece que exista, en tiempos donde el mainstream manda en el mercado.
Esta original película está dirigida por Valdimar Jóhannsson. Sorprende que sea su opera prima porque demuestra mucho talento en la dirección. Este realizador previamente se dedicaba a los efectos especiales, trabajó en blockbusters como: Rogue One y Prometeo. Se nota en Lamb los efectos especiales que usa, la niña-cordero se ve muy real, intimida tan solo con la mirada. El guion lo escribe junto a Sjon, poeta y novelista islandés que también escribió el guion para The Northman y Dancer in the Dark. Ambos talentos logran armar un terrorífico y grandioso cuento surrealista.
La actriz protagónica es la sueca Noomi Rapace. Hace un rol espeluznante, con una gran interpretación, la mejor de su carrera. Si los Oscar fueran unos premios serios, por lo menos la nominarían. Es su primera película en la que habla en islandés, una lengua que aprendió cuando era niña pues vivió un tiempo en dicho país.
La fotografía de la película es extraordinaria. La historia transcurre en un campo alejado de la ciudad en las montañas de Islandia. El pasisaje es a la vez hermoso y oscuro. La neblina que cubre los cerros hace que de alguna forma se sienta la frialdad de la trama.
El suspenso que contiene la película está muy bien logrado. Con poco diálogo te suele sorprender. En este contexto el silencio dice más que las palabras. Al mismo tiempo, contiene muchos símbolos de gran profundidad. Esta obra se parece a una película del 2000, llamada Little Otik del director checo Jan vankmajer, realizada con la técnica de animación Stop Motion. También es una fábula del folklore europeo, sobre unos padres que tienen un hijo con forma de tronco. Si les gusta la originalidad de Lamb recomiendo que también vean esta gran película.
El estreno de Lamb fue en el Festival de Cannes, en la categoría Un Certain Regard. Se logró llevar el premio a la originalidad en el certamen, muy merecido por cierto. Esa edición del festival estuvo repleta de producciones extrañas acompañando a Lamb. Se estrenaron películas como Annette, The Innocents y la ganadora de la Palma de Oro, Titane. El año pasado se vivió un buen festival para los fanáticos de las películas raras y poco convencionales. También Lamb se llevó el premio a mejor película en el aclamado Festival fantástico de Sitges, que se celebra en Barcelona. Un logró muy importante para la cinta.
La amas o la odias, difícil encontrar punto medio. En mi caso yo me enamoré de inmediato y la segunda vez que la vi percibí varios sugerentes detalles que no había captado en la primera. Una cinta difícil de seguir, pero es toda una experiencia visual que vale la pena. El cordero de dios que quita el pecado del mundo.