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Cuando Christopher Paolini publicó Eragon, su primera novela una historia de fantasía sólo era un adolescente. De la noche a la mañana, Eragon se convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo, rivalizando con pesos pesados de la literatura infabto-juvenil como lo es Harry Potter.
A partir de ahí, Paolini dedicó la mayor parte de su juventud en expandir la historia que comenzó cuando era un niño, completando la saga de Legado cuando apenas tenía 28 años.
Sin embargo, muchos se han empeñado en señalar que la escritura de Paolini no era la mejor. Que copiaba a muchos elementos de Star Wars y El señor de los anillos; que su estilo era matemático o muy barroco; que el personaje principal en sus novelas era una versión idealizada de sí mismo. Pero por sobre todo, que su estilo reflejaba su inmadurez como narrador.
Ahora, con casi cuarenta años, Paolini lanza su primer libro independiente de la saga que lo hizo mundialmente conocido: Dormir en un mar de estrellas (Editorial Umbriel 2020). Una historia que no sólo es su primera incursión en el mundo de la ciencia ficción y de la literatura para adultos, sino que es fruto de su crecimiento como autor.
Es complejo describir la trama de Dormir en un mar de estrellas. Los detalles conectan tan bien con la idea central de la narración que con cualquier antecedente demás, podría arruinar la historia. Aun así, la novela nos relata la vida de Kira Navaréz, una xenobiologa que trabaja recolectando y analizando elementos biológicos en planetas extranjeros.
La historia comienza con la experta, en un viaje rutinario en el planeta Adrastea del sistema Sigma Draconis, que se encuentra a 11 años luz de nuestro sol. Kira está planeando en cambiar su estilo de vida: quizás en compartir en pareja y tener hijos, aunque también quiere seguir explorando el universo y en especial, descubrir nuevas formas de vida.
Sin embargo, todo cambia cuando en una misión de reconocimiento del planeta, Kira encuentra una ruinas que desprenden un polvo que termina adhiriéndose a su cuerpo y transformando su figura en algo distinto.
Kira no sólo tendrá que aprender a convivir con este ser que cohabita con ella, sino que este desencadenará una serie de sucesos que llevarán a la humanidad al primer contacto con alienígenas, pero también a una guerra que podría acabar con todo el universo. Esta realidad con fines apocalípticos harán reflexionar a la protagonista y a los personajes que se le van uniendo, sobre la humanidad en el sentido espiritual y biológico.
Se puede decir que el mayor fuerte de Dormir en un mar de estrellas está en su historia. Paolini es muy consciente sobre las constantes críticas que ha recibido por sus libros de Legado y en esta ocasión, es capaz de crear un relato que te absorbe en sus escenas, con un resultado mucho más pulido y logrado que en sus obras anteriores.
Christopher es capaz de representar muy bien un concepto, aun dejando algunas cosas de lado, de explicar situaciones sin ser barroco, y logra que el lector entienda y empatice con personajes que ni siquiera son humanos, y las referencias a las conocidas sagas de ciencia ficción como Alien o Star Trek sólo hacen que la historia sea más palpable.
Otro punto importante, es que Paolini logra encadenar los temas del libro con las escenas e incluso en cosas tan sutiles como el título de la novela. Y deja una sensación desmoralizante que se repite en la vida real y es entender que, aun con todos los avances que ha alcanzado la humanidad, seguimos siendo bastante tozudos para entender el mundo desde un punto de vista, quizá, menos egoísta. Tal vez, como consecuencia de que aún nos avergonzamos de los errores del pasado y por ello, tratamos de ocultarlos.
No obstante, el mensaje que se percibe en la novela es, el de perder el miedo a enfrentar nuestros errores, ya que nos ayuda a transformarnos, no sólo en mejores personas, sino que también permite que esa mirada tan individualista que tenemos del mundo cambie por una posición en que nos escuchemos, nos respetemos y de alguna manera, maduremos.
El libro puede lucir atemorizante por sus casi 830 páginas de texto, pero su lectura es bastante rápida y algunos conceptos como viajes superlumínicos tienen sus apéndices correspondientes que explican de manera científica cómo funcionan, algo que se agradece mucho considerando que pocos autores de ciencia ficción se dan el trabajo de exponer con ciencia real los conceptos propuestos en el libro.
Sin embargo, existen algunos problemas relacionados al ritmo: de capítulos cargados de acción pasamos a una gran cantidad de páginas que sólo tienen el propósito de profundizar en los personajes, nada más. Es como si, de alguna manera, cohabitaran dos novelas en una, lo que no es malo, porque se nota en la misma lectura la evolución narrativa del autor.
En cuanto al final, no se siente como un cierre definitivo, sino como una parte de una historia mucho más compleja y rica. De hecho, Paolini declaró que planea convertir el mundo introducido en Dormir en un mar de estrellas en un saga llamada Fractalverso que según sus palabras También abarca el presente, y todas las personas y problemas con los que nos enfrentamos actualmente, lo que será interesante de leer.
Dormir en un mar de estrellas es un relato entretenido que gracias a su final, permite que los lectores puedan ocupar su tiempo incluso después de concluida la lectura, ya que el final permite una serie de teorizaciones sobre lo que sucederá en las siguientes entregas.
En conclusión, el viaje de Kira también es el de la humanidad, reconocible y optimista. Un trayecto complejo donde se deben saltar obstáculos atribuidos a una pandemia que no da tregua; y por supuesto, es el éxodo de Christopher Paolini, cuyo camino acuoso refleja un mar de posibilidades para por fin sentirse en paz con su pasado y convertirse en adulto.
Ficha Técnica
Título original: ‘To Sleep in a Sea of Stars‘.
Autor: Christopher Paolini.
Editorial: Umbriel Ediciones 2020 (Urano).
Precio de referencia (Buscalibre): $24.650.
