Entrevista realizada por Javiera Contreras y editada por Javiera Catalán.
El 2017 un corto animado llamado Heres the Plan, centrado en la relación amorosa entre un perro y una gata, ganó gran notoriedad en el país, no sólo por la bella animación y la linda historia de amor entre dos personajes antropomórficos, sino porque, a pesar de estar narrado en inglés, fue producido en Chile y por una chilena. ¿La responsable? Fernanda Frick. Que con menos de 30 años conquistó más de 20 festivales, y de paso, se abrió camino en el mundo de la animación a nivel mundial.
Pero esta directora de animación, que también es ilustradora y artista de cómics, no la tuvo tan fácil. Porque antes de clasificar a dos docenas de festivales con su corto, y ganar seis premios, recibió el rechazó de más de 100 postulaciones a otros certámenes.
A lo largo de su carrera que, ella define, comenzó a los 13 años, cuando se empezó a autodenominar animadora, la joven ha incursionado en distintas áreas de las artes visuales. El 2013 se graduó del Programa de animación de personajes, del Animation Mentor, en California.
Ha animado sus propios cortos, entre ellos Animationis , When Im scared, y un trabajo que hizo mientras aún era estudiante: Rabbit Stew. Además, ha ilustrado y animado juegos para iPhone y iPad, textos educativos y artículos para la web.
Simultáneamente a todos sus proyectos como animadora, Fernanda Frick ha mantenido su gusto por el dibujo y las historietas. De hecho, en 2010 comenzó a trabajar en Trazos, que se convirtió en su debut en el papel, y que narra la historia de una gata que se enfrenta a la vida incierta después de los 20 años.
Luego del éxito con Heres the Plan, la animadora e ilustradora llegó a un acuerdo con la plataforma de streaming Netflix, para desarrollar Raise the Bar, una serie animada que narra el difícil camino de una atleta que busca convertirse en campeona de halterofilia. Y aunque ese proyecto no prosperó, significa un gran paso para una artista joven y proveniente de un mercado como el chileno.
En esta entrevista con NerdNews Fernanda Frick habla sobre su primera novela gráfica Trazos, editada por Editorial Planeta. También sobre la frustración y el fracaso, un tema recurrente en sus proyectos, y de cómo, gracias a esos tropiezos, ha logrado madurar como persona y artista. Además, de cómo el contexto actual de pandemia y cuarentenas ha influido en su obra, y cómo quiere que esta se relaciones con sus lectores. Sus grandes referentes e inspiraciones y qué es lo siguiente en su carrera que va en ascenso.
En el escenario actual, quizá tu método de trabajo no ha cambiado demasiado porque siempre ha sido teletrabajo, pero ¿has podido ver cómo lo ha afectado de otras formas?
Efectivamente, hace años que trabajo desde mi casa tanto de manera individual como con equipos y se mantiene igual. La verdad estos últimos meses han coincidido con que no tengo mucho trabajo pendiente y me he visto obligada a pensar en qué hacer en el futuro, y a replantearme varias cosas porque el mundo está cambiando muy rápido.
En relación con eso, en Trazos, tu novela gráfica, el tema central está dado por la frustración de una artista, ¿cómo se lidia con la frustración en un rubro como el tuyo?
Es difícil, porque cuando uno es artista, ya sea animador, comiquero, ilustrador, cineasta, escritor lo que sea, uno esta, básicamente, poniéndose en una posición vulnerable para ser juzgado por una audiencia. Y a veces las críticas se sienten bastante personales porque es una tendencia común asociar tu trabajo con tu valor como persona. Otras veces ni siquiera es necesario recibir crítica externa, basta con la brutal autocritica que muchos tenemos dentro. Entonces, creo que lo más sano, para asegurar tener una carrera larga donde se pase bien, es dejar de compararse con el resto y aprender a no vincular las críticas sobre el valor de tu trabajo como críticas hacia tu valor como persona. Es muy difícil, todavía no lo logro. Pero creo que es la clave para no terminar quemándose y querer renunciar.
¿Cómo manejabas la frustración, sobre todo cuando empezaste tan chica? En Heres the plan también está esa idea de que, en la vida, a veces pasan cosas que funcionan como obstáculos y nos desvían del camino, ¿te ha pasado? ¿Cómo lo has hecho para volver?
¡Creo que no la manejaba! jajaja. O sea, creo que nunca me he rendido en querer seguir intentando crear proyectos y contar mis historias, pero sí lo pasé bastante mal durante mucho tiempo, mucho estrés y frustración.
A lo largo de mi carrera he tenido muchos fracasos, como no quedar en festivales, que no me respondan mails, no quedar en postulaciones a trabajos, no quedar en mentorías, no ganar ciertos concursos, etcétera. Son muchos más que los éxitos que he tenido. También muchas veces he tenido que dejar botados proyectos personales y privilegiar hacer trabajos pagados, como todos. Creo que ayuda saber que nunca es tarde para volver a intentar algo. Por ejemplo, por un momento dejé botado Trazos por más de un año y pensé: ya fue, no la voy a terminar, pero al final daba lo mismo si estuvo en pausa o no, siempre se puede retomar. Y bueno, el ejemplo de fracaso más reciente, es que Netflix decidió no seguir desarrollando Raise the Bar, pero la verdad estoy tranquila con eso y emocionada por pensar hacia donde llevar mi trabajo en el futuro. Lo cual no necesariamente significa hacer algo más grande y espectacular. Creo que estoy empezando a apreciar más los procesos y la diversión de crear, en vez de la meta, que era lo que me obsesionaba antes.
¿Qué mensaje te gustaría que le quedara a quienes leen Trazos?
Principalmente que crean en su trabajo y que confíen en lo que hacen. A veces uno puede estar en ambientes que son hostiles contigo y tus creaciones, pero hay que tener la esperanza de que, si sigues trabajando y no te rindes, en algún momento, vas a encontrar tu lugar donde te sientas bien con tu trabajo y otros también lo aprecien. Lo cual puede ser a una escala pequeña, pero no por eso menos importante.
¿Por qué quisiste empezar a trabajar en Trazos?
Lo primero fue que quería hacer una novela gráfica. Era uno de mis sueños, porque me encantan. Pero también había escuchado muchas historias de gente que se rinde y deja de intentar seguir sus ambiciones artísticas por diversos motivos y me da tristeza. Entonces, quería crear una historia para esa gente que alguna vez pensó en rendirse o que creía que era muy tarde para intentar dedicarse a lo que querían. Ytambién para mí misma, en caso de que algúndía me dieran ganas de rendirme.
¿Qué se te da más naturalmente, la ilustración o la animación?
Ambas me cuestan, jajaja. La animación siempre ha sido mi foco principal, pero lo chistoso es que ya casi no lo hago. Nunca fui muy buena, así que prefiero contratar gente que lo hace mucho mejor que yo. Creo que hoy en día mi preferencia está enfocada en la narrativa y contar historias. Mi parte favorita de hacer animación es hacer los storyboards, que son bocetos rápidos que previsualizan como se va a mostrar la historia en pantalla. Y también en cómics, lo que más me gusta es hacer los thumbnails, decidir cómo se va a contar la historia viñeta a viñeta en la página. Lo más natural para mi es hacer bocetos que decidan como se narra la historia más que dibujos bien terminados.
¿Qué buscas cuando creas personajes antropomórficos?
Mi teoría es que es más fácil identificarse a veces con personajes antropomórficos porque son más abstractos que un humano. Entonces, uno puede pasar por alto características que quizás crearían una barrera de identificación al momento de ver una historia con personas, por ejemplo, género, raza y otras características físicas.
Pero también me gusta crear un contraste entre personajes tiernos y temáticas/sentimientos humanos complejos. Creo que genera un efecto interesante.
¿Qué es lo que más y menos te gusta de tu trabajo?
Es difícil darle cumplidos al trabajo propio. Yo creo que me gusta lograr un nivel de honestidad y sensibilidad en mis historias que hacen que la gente pueda identificarse y conectarse con mi trabajo. Y lo que menos me gusta es que a veces tengo muchos malos hábitos técnicos, y por tener poca paciencia me ha costado dominar los fundamentos del dibujo.
¿Qué le dirías a tu versión de niña, en el momento en que decidió que la animación era mucho más que un hobby?
Le diría que está bien ser obsesiva y testaruda con lo que quiere lograr. Y que está bien que sea trabajólica, creo que hubiese sido imposible cambiar eso, pero que por favor intente disfrutar un poco más el proceso y pasarlo mejor. El camino va a ser muy largo, así que ayudaría no sufrir tanto por mientras.
¿Qué le dirías a tu versión anciana?
Espero que hayas logrado encontrar un balance entre crear y dejar un impacto con tu trabajo, pero también haber mantenido buenas relaciones humanas en el proceso.
¿Cuáles crees que son los hitos de tu carrera?
No sé, creo que todo me ha ayudado un poco a seguir avanzando. Pero definitivamente Heres the Plan marcó un antes y un después porque me demostré a mí misma que puedo liderar y trabajar en equipo. Y afianzó más mi presencia en la industria local e internacional.
Y obviamente Raise the Bar, que si bien, al final no funcionó, hizo que sintiera que por fin cumplí mi sueño de trabajar, aunque fuese por poco tiempo, en las grandes ligas. Y más que nada, siento que eso es importante porque puedo dejar de obsesionarme con eso. Ya lo viví y ahora puedo estar abierta a otro tipo de metas.
¿Cuál sería el siguiente paso en tu carrera?
Estoy intentando decidir qué será. Pero lo que tengo claro es que quiero hacer cosas. Estuve dos años desarrollando Raise the Bar, donde la mayor parte del tiempo se fue en reuniones, discusiones, presupuestos y burocracia que no era realmente crear. Y al final no puedo mostrarles nada de lo que hicimos por cosas contractuales. Así que, por ahora, quiero hacer algo como un corto, otro libro, no sé, pero que exista.
¿Cuáles eran tus referentes o personas a las que admirabas y cómo han ido cambiando?
Hace diez años todos mis referentes en animación y cómics eran hombres. Afortunadamente fui descubriendo más cómics escritos y dibujados por mujeres, y empecé a sentir una conexión más grande con esos trabajos y sus carreras, gracias a leer entrevistas. Hoy admiro a muchas directoras mujeres tanto de animación, como Brenda Chapman, Jennifer Yuh, Elizabeth Ito. Como de acción real, como Ava Duvernay, pero también a directores como Jorge Gutiérrez, que ha logrado triunfar contando historias latinoamericanas en un contexto mundial. Creo que hoy mis referentes tienen en comúnque son minorías que han logrado pelear y ser exitosos a pesar de que el sistema no está hecho para eso.
¿En qué tipo de proyecto nunca trabajarías, o mejor nunca decir nunca?
Nunca trabajaría en un proyecto que traicionara mis valores. Que, por ejemplo, tuviera elementos sexistas, homofóbicos, transfóbicos, racistas o xenófobos. Pero, por ejemplo, hipotéticamente hablando, si alguien me ofreciera hacer un proyecto grande, así como la secuela de una IP existente o algo así, y no me interesara mucho, pero fuera mucha plata, quizás diría que sí.Mientras no traicione uno de esos valores. Pensando en que la plata da cierta libertad, y con eso podría financiar cosas en las que síme interesa personalmente hacer, o apoyar a otra gente a hacer sus proyectos.
Si fueras otra persona, ¿cómo definirías el trabajo de Fernanda Frick?
Jajaja ¡No sé! Ojalá algo así como que cuenta historias con corazón.
¿Crees que tu trabajo y el de tus colegas, va a cambiar después de que acabe la pandemia y cómo?
La verdad hay mucha ansiedad sobre el futuro, la posibilidad de una crisis económica importante es bastante alta. Espero que si cambia sea para mejor, que la flexibilidad del teletrabajo se mantenga para gente que quizás tiene familia o no vive en la capital, o incluso lograr más colaboraciones con el extranjero.
¿Qué expectativas tienes del futuro de la animación en Chile?
Justo ahora estábamos en un momento importante, donde muchas producciones nacionales están ganando atención afuera, así que espero que el gobierno haga lo correcto y no cometa el error de seguir cortando fondos concursables, porque podría producir un estancamiento de este progreso que tanto ha costado conseguir. Así que eso, mantener la esperanza, que sea el mejor caso.