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    Crítica de cine: “Chainsaw Man El arco de Reze” es puro corazón

    “Chainsaw Man: El arco de Reze” es una película. Hecha y derecha. No una aventura para los cabros chicos. No. Esto es cine en serio. Para las masas. Pero en serio.

    Con una animación dopamínica. Saltona. Estimulante. Como si la pantalla de cine se convirtiera en un carrusel, en un scrolling del celular, pero vertido hacia afuera, proyectado hacia la enorme vastedad de una exhibición en salas de cine.

    Lo digo así porque quizás eso ayude al lego a entender cómo es que una película de animación japonesa, animé, una película de “monos chinos” en jerga de antaño, como esta, tiene la osadía de ser la película número 1 del mundo, incluyendo a Estados Unidos donde recaudó durante su primer fin de semana de estreno más de 100 millones dólares.

    100.

    CIEN.

    C-I-E-N.

    El fenómeno del animé y del manga no es algo transitorio o un ave de paso. Son décadas de gestación en el gusto de Occidente. Décadas de incubación. Que Candy. Que El Festival de los Robots. Que Akira. Que Ghost in The Shell. Que Ghibli. Que Totoro. Que La Princesa Mononoke. Que Dragon Ball. Que Sailor Moon. Que Evangelion. Que Cowboy Beepop. Que Attack On Titan. Que One Piece.

    Y así seguimos.

    En Japón el negocio del manga y del animé más de 27,5 mil millones de dólares anuales.

    Y el negocio sigue creciendo. El mercado de anime japonés proyecta alcanzar US$20,38 mil millones para 2033, mientras que el de manga podría superar los US$18,37 mil millones en el mismo período.

    “Chainsaw Man: El arco de Reze” obviamente no tiene el señorío ni la grandeza del mejor animé de todos los tiempos: “Akira”, de 1988 y la piedra angular no solo de la animación, sino que del cine cyberpunk y de las premoniciones del siglo 20 para el siglo 21.

    Sin embargo, “Chainsaw Man: El arco de Reze” es una historia que traduce a la perfección el signo de los tiempos: se trata de la historia de Denji, un chico humano que, de acuerdo a la serie en que se basa esta película (historia a su vez adaptada de un manga), ha sido abandonado a su suerte en un mundo libertario tipo la Argentina de Milei. Un mundo sin compasión y amenazado por fuerzas demoníacas.

    En la serie de TV hemos visto que para sobrevivir y pagar su deuda, Denji ha debido vender varios de sus órganos, incluido un ojo y es imposible no conectar tal realidad con la defensa de Milei a la venta de órganos “como un mercado más”. En ese contexto, el único sueño de Denjii es tener donde dormir y comida asegurada todos los días.   

    “Chainsaw Man: El arco de Reze” es una alegoría, sin duda una aventura de fantasía épica. Pero más que nada una alegoría de un chico subestimado por la sociedad y cuya segunda oportunidad en la vida, convertido en un ser sobrenatural, se entiende perfecto a lo largo de su arco dramático en esta aventura fílmica.

    Denji no es más que una pieza en un tablero cuyas dimensiones y repercusiones no alcanza a entender. Todos quieren arrancarle el corazón, su demonio mascota Pochita se sacrificó y se fundió con él para revivirlo, así que sus poderes emanan de esa fusión. Denjii es entonces un héroe en constante  formación. Y visto así, analizado así, este héroe en ciernes, Chainsaw Man, ya se está posicionando dentro del panteón del animé. Y lo que es mucho decir.

    Esta historia además puede que esté funcionando tan bien en taquilla y entre las generaciones jóvenes porque se desata no solo en sus secuencias de acción. Además, como buen animé, se mueve en el melodrama chulo, pero en el lado correcto del melodrama chulo. El leit-motiv chico-quiere-chica se desarrolla con tiempo y paciencia cuando Denji conoce a Reze: una hermosa joven que sin mediar causa aparente manifiesta un interés romántico en él.

    Se trata de un amor adolescente, de lo que podría definirse como un amor de verano en medio de un Apocalipsis infernal.

    ¿Funciona? Claro que sí. Y muy bien. El gesto y contenido adolescente es administrado con sapiencia pero nada hace olvidar que esta es una historia  shōnen, es decir, con un público masculino joven, pero que subvierte las normas de esa subcategoría para también entrar en la zona de los seinen, es decir, historias más adultas y complejas.

    “Chainsaw Man: El arco de Reze” es cine de espectáculo. Challa. Ruido. Brillo. Pero es a por lejos mejor que cualquier cine de espectáculo gringo reciente o actual. Más complejo, más ambicioso. Mejor hecho. Fast food gourmet. De autor. Ñami.

    Ernesto Garratt
    Ernesto Garratthttp://www.nerdnews.cl
    Guionista, escritor, periodista y crítico de cine. Ganó el Premio Marta Brunet a la Mejor Novela para Jóvenes del Ministerio de Cultura con Allegados (Editorial Hueders, 2017). Es autor del libro Tardes de cine (Ediciones B, 2012) y de Casa Propia (Hueders, 2019), esta última novela ganadora de los Premios Literarios de la Municipalidad de Santiago. En el año 2011 recibió el premio del Santiago Festival Internacional de Cine por su apoyo a la difusión periodística y crítica del cine chileno. Fue Editor del Área de Documentales de La Red. En la actualidad es Director de Nerdnews.cl y ejerce la crítica de cine en medios como radio ADN y NerdNews.cl. Sus últimas novelas son Error de Continuidad (Áurea Ediciones, 2020) y Educación Universitaria (Hueders, 2023).

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