“Si sangra, se puede reír” es la frase que se me ocurre cuando termino de ver esta entretenida película que me hizo reír y emocionarme. Y es una frase que tiene su que. Arnold la dice en la primera cinta fundacional de la saga: Depredador. El héroe decía: “Si sangra, se puede matar”.

Pero perdón la disgregación.
Ahora, inicio de nuevo: Si hay algo que me molesta y me “saca” de una película, específicamente las secuelas, precuelas o recuelas, es cuando repiten la misma fórmula e ingredientes una y otra vez. Me pasó con la última “Jurassic Park” que aunque a muchos les gustó y obtuvo cientos de millones de dólares en recaudación, no pude soportar que por ejemplo y como digo en mi reseña, que personajes randoms vuelvan a cometer los mismos errores, que hemos visto en las otras cincuenta mil películas de la saga.
Es por esto que amo (sí, amor cinéfilo real) cuando un director tiene las agallas de dar un giro a todo esto y entregar una película que, aunque mantenga el alma de la saga, cambie muchas cosas.
Por eso es que saltó esa frase en mi cabeza: “Si sangra, se puede reír” porque sería un tagline que respeta pero desmantela a la vez eso de si “Si sangra, se puede matar”.
Ahora bien: en esta dimensión cinéfila nadie parece quedar contento con nada. Especialmente en esta era actual llena de los que llamo “cristalitos bipolares” (de cualquier edad, no sólo jóvenes), a quienes si les cambian algo de su franquicia amada lloran de inmediato gritando al cielo que es woke, pero si una nueva entrega sigue igual a las anteriores, critican que es más de lo mismo.
Felizmente, “Predator Badlands” o “Depredador Tierras Salvajes” en Latinoamérica, que es un nombre totalmente propiedad de la 20th Century Fox como lo dejan muy extrañamente desde el inicio de la cinta (cuando la vean me van a entender), tiene la valentía de darle un giro fresco y muy pero muy revitalizante a la saga.
Incluso cuando se nota que en parte de esto estuvo la mano del ratón Mickey, para “Disneyficar” a este Depredador, siendo la primera cinta en la franquicia (sin contar los crossovers) que no es para mayores de 18 años.

Pero para bien, ya que que su director Dan Trachtenberg, un nerd como nosotros y gamer de toda la vida quien ya nos había deleitado con “Prey “Depredador: La presa” y la cinta animada “Depredador: Cazador de asesinos”, entiende la misión con oficio y nos regala una “Badlands” llena de buen sci-fi, acción y bastante humor.
Sí, bastante humor y creo debe ser la primera advertencia para los que llamo “fans talibanes” de esta y cualquier franquicia, porque las interacciones llenas de chistes por parte del personaje de Elle Fanning son recurrentes e incluso, podrían molestar a más de alguno.
La premisa lo anuncia, la cual adelanta que en un futuro distante, en un planeta remoto, un joven depredador (Dimitrius Schuster-Koloamatangi), desterrado por su clan, cruza caminos con la androide Thia (Elle Fanning) y lo que comienza como una alianza improbable, termina siendo un viaje de supervivencia y aprendizaje, con la búsqueda de un oponente “digno”.
Dan Trachtenberg dirige y produce junto a John Davis, Marc Toberoff, Ben Rosenblatt y Brent O’Connor, teniendo como resultado una película que conversa con el legado sin repetirlo al calco.
Y como adelanté, el gran ajuste está en el tono ya que la comedia aparece canalizada casi en exclusiva a través de Thia, con la cual Fanning nos regala un personaje carismático, ingenioso y vulnerable a la vez, que con sus comentarios y pequeñas ironías, alivian la presión sin romper la atmósfera. Actriz que dicho de paso, por diferentes razones no “soportaba” cuando la había visto en otras cintas, pero que en “Badlands” me enamoró completamente, llenando la pantalla con un carisma que por momentos se toma el protagonismo y que, de manera genial, sirve como recurso cinematográfico para ir contando la historia.

Otra de las cosas que creo han sido bien pensadas, ya que este alivio cómico no proviene de un Depredador, que habría sido una idea nefasta, sino de la androide que lo acompaña. Y aunque para algunos fanáticos fieles, ese caudal de humor pueda sonar a herejía, para mí algo que se agradece porque, de nuevo, hace que esta ya séptima película de la saga, sea diferente y entretenida.
Junto a todo esto y de manera integral, la cinta sabe darnos una muy buena dosis de ciencia ficción de la que esta saga en especial conoce, mezclando elementos de su “hermana” Alien, lo cual es además una buena analogía ya que en “Badlands” es un tema importante. Esto a través de la historia de la androide o “sintética” Thia, la cual sirve como base para así, establecer un nexo entre los humanos y temas tan recurrentes pero actuales, como la explotación de recursos y el uso indiscriminado de ellos para su bien propio.
En esa subtrama, además, es innegable ver un respetuoso y agradable homenaje a la cinta de 1986 “Aliens: el regreso”, y a su propio director, James Cameron.
Pero no todo es perfecto, ya que creo hay secuencias que podrían haber sido recortadas y quizás, unos 20 minutos menos le habría sentado de maravilla a esta nueva Depredador. Aún así, pienso que quizás al verla nuevamente en el futuro, esta sensación se diluya y sea de esas películas que crecen cuando ya conoces casi de memoria su trama y vas descubriendo más cosas que se te pasaron la primera vez.
¿Es para verla en IMAX?, creo que no es imprescindible, ya que “Badlands” luce muy bien en una buena sala convencional, porque en general, según mi percepción, su encanto está en la puesta en escena. Aunque obviamente si lo tuyo es la inmersión extra, de todas maneras la pasarán muy bien en este tipo de salas, para la cual sus creadores y casa fílmica indica que fue rodada.

En definitiva, creo que “Depredador: Tierras Salvajes” es 100% recomendable para los fans de la saga y para quienes nunca han visto una cinta de Depredador, ya que entiende que honrar una franquicia no es copiarla, sino descubrir nuevas formas de contar la misma historia.
En este caso con una dupla protagonista de una androide encantadora y un Yautja atípico, la cual se gana el corazón del espectador a pulso, todo aquello gracias a un director que sabe cuándo apretar y cuándo soltar, refrescando una franquicia que va para los cuarenta años.
Tanto así, que espero que esta nueva Depredador la rompa en taquilla y así, seguir viendo estos personajes en alguna nueva película o quizás, una serie de TV.

