El Festival Internacional de Documentales de Santiago, FIDOCS, celebrará su 29ª edición entre el 19 y el 26 de noviembre, en un ciclo que destaca por su potencia curatorial, la presencia de grandes nombres y una expansión de los límites tradicionales del cine de no ficción.
Este año, la gran invitada es la cineasta argentina Lucrecia Martel, quien presentará su primer largometraje documental, “Nuestra tierra”, obra desarrollada durante más de diez años y centrada en el asesinato de Javier Chocobar, líder indígena de la comunidad de Chuschagasta.
“Lucrecia sentía una urgencia de usar el documental como herramienta para exponer algo que todavía resuena con mucha fuerza en territorios como Argentina y Chile”, explica Martín Castillo, director de programación de FIDOCS.
La película será presentada por la cineasta en la inauguración del festival junto a su equipo. Al día siguiente, Martel realizará una masterclass en la Biblioteca Nicanor Parra, organizada en conjunto con la Cátedra Raúl Ruiz UDP y Escuela FIDOCS, instancia que recibirá a más de 150 estudiantes de cine de todo el país.
“Para Lucrecia era muy importante mostrar su primer documental en Latinoamérica, y especialmente en Chile”, agrega Antonia Girardi, directora creativa del festival.

El festival también trae un imperdible: “Ghost Elephants”, el nuevo trabajo de Werner Herzog, que tendrá una función gratuita al aire libre en el Paseo Bulnes.
“Herzog vuelve a esa épica imposible, a esas aventuras que solo él puede filmar”, comenta Castillo.
“Es una gran oportunidad para encontrarnos colectivamente con una obra que dialoga con memoria, historia y lo inesperado”, añade Girardi.
La Competencia Nacional reunirá películas que reflejan diversidad estética y territorial. Entre los títulos más esperados está “Corazonada”, de Diego Soto, un cineasta celebrado por borrar las fronteras entre documental, crónica y ficción.
“Nos interesa abrir las fronteras de lo que puede ser el cine de lo real. El documental no es un género rígido: es una búsqueda, una emoción, una forma de ver”, dice Girardi.
“Siento que es casi imposible lograr algo totalmente objetivo; por eso es tan importante abrazar la subjetividad”, añade Castillo.
La programación también incluye Desierto verde (Melissa Luna), una mirada íntima al Maule y los monocultivos; y la obra de Pamela Pequeño sobre Cobija, al norte de Chile, que captura un territorio que resiste la presión del progreso.
Este año vuelve FIDOCS Expandido, la sección del festival dedicada a experiencias que salen de la sala tradicional y exploran nuevas materialidades.
Entre sus hitos:
- Carlos Flores —tesoro vivo del cine chileno y cofundador de FIDOCS— presenta una intervención que combina archivo, inteligencia artificial y música en vivo.
“Queríamos que Carlos dialogara con su propia obra y llevar ese gesto fuera de la pantalla”, enfatiza Girardi. - José Luis Sepúlveda y Carolina Irazola realizarán una performance con tres proyectores de 16mm y uno digital, en una experiencia enigmática y radical.
“Ellos funcionan así: van revelando la obra de a poco porque quieren sorprender incluso al festival”, dice Castillo.
FIDOCS se despliega en un circuito céntrico y accesible: Cineteca Nacional, Cine Alameda, Sala K y Sinusoide.
“Es un festival caminable. En 15 minutos pasas de una sala a otra y haces del centro tu sala de montaje personal”, explica Castillo.
“Lo más importante es revalorizar la experiencia colectiva. Estas películas no las van a encontrar en plataformas, probablemente nunca”, agrega Girardi.
Las entradas y abonos ya están disponibles a través de Puntoticket.cl.

