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Battlefield 6, un regreso en gloria y majestad de la saga y uno de los mejores shooters de los últimos años

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Soy fan de Battlefield de esos que pasaban tardes completas en los servers de BF2 Chile, de los cuales tengo memorias imborrables de partidas junto a amigos con los que aún seguimos en contacto.

La franquicia es tan memorable en mi vida, que una opinión del ya extinto Battlefield Play4Free me hizo llegar a como le digo, este lado de la pantalla y comenzar a escribir sobre videojuegos en el también dado de baja sitio chileno Lagzero.net. 

Y como amante de esta franquicia de shooters bélicos, he sido quien amó y aún disfruta de vez en cuando las entregas Battlefield 3, 4 y BF1, pero que sintió un retroceso y fallo total la anterior entrega, Battlefield 2042.

Es por aquello que desde su anuncio y primeros avances, Battlefield 6 captó totalmente mi atención, siendo uno de los que lo comenzaron a llamar “Battlefield 7” ya que, a primera vista, parecía una mezcla del 3 y el 4. Algo que pudimos comprobar con mucha felicidad en sus etapas Beta y ahora, con su lanzamiento final que ha sido celebrado por toda la comunidad.

Incluso, por seguidores de la que de un tiempo a esta parte se ha transformado en su contrincante, Call of Duty, junto a otros fans de los shooters en general.

Y es que aunque como en Battlefield anteriores, su campaña de un sólo jugador sea algo floja, Battlefield 6 nos devuelve inmediatamente a vivir los mejores momentos de la franquicia, dejando en claro que BF ha vuelto en gloria y majestad, llenando nuestros corazones gamers que estaban algo rotos con 2042.

Mientras en pleno 2025, los shooters en primera persona atraviesan una crisis de identidad, Battlefield 6 llega con la fuerza de quien sabe que está bajo juicio, sin pretender reinventar el género, pero recordarnos por qué alguna vez fue uno de los que lo dominó.

El juego recupera el ritmo y la identidad que muchos creían perdidos. La destrucción vuelve a ser parte esencial del espectáculo, las armas tienen un peso y una precisión dignos de una saga veterana, y la sensación de caos controlado, ese equilibrio entre estrategia y locura, renace con fuerza. 

Algo que es, como dije, siendo fan de toda la vida de la saga, es maravilloso de ver y experimentar, sobre todo sintiendo que Battlefield 6 no busca ser un punto de inflexión, sino reconciliarse con su propia historia.

Detrás del proyecto hay un esfuerzo conjunto de DICE, Criterion, Ripple Effect y Motive, un cuarteto de estudios que entendió que la nostalgia no bastaba y había que reconstruir desde la base. 

Y se nota.

“Este es el momento que todos estábamos esperando: la nueva era de la experiencia definitiva de Guerra Total ya está aquí y, en nombre de Battlefield Studios, no podríamos estar más emocionados de que te unas a la lucha”, dijo Byron Beede, director general de Battlefield. 

“Con Battlefield 6, nos propusimos llevar la serie a nuevas alturas con combates intensos impulsados por un manejo de armas de clase mundial, una guerra épica que presenta un nuevo enfoque táctico de la emblemática destrucción asombrosa de la serie y la increíble libertad que ha hecho de Battlefield una saga icónica a lo largo de los años”, agregó.

La campaña individual se desarrolla en múltiples misiones llenas de adrenalina, mientras la comunidad se pone en los zapatos de Dagger 13, un escuadrón élite de Marine Raiders estadounidenses que lleva la lucha a Pax Armata. Con piezas cargadas de adrenalina que se desarrollan por todo el mundo desde Brooklyn hasta El Cairo, esta es la clásica campaña individual de gran éxito con momentos impactantes y acción explosiva, a una escala sin precedentes.

Battlefield 6 también se lanza con una iteración totalmente nueva y mejorada de Portal, donde la comunidad puede redibujar las líneas de batalla al dar su propio toque a Battlefield o incluso crear experiencias que lleven la serie al límite. Estas herramientas les dan poder a las personas para personalizar su experiencia de Battlefield  y adaptarla a una variedad de preferencias, o incluso crear experiencias inesperadas que llevan al límite lo que Battlefield puede ser.

“El lanzamiento de hoy es apenas el día uno para Battlefield 6”, dijo Vince Zampella, vicepresidente ejecutivo. “Battlefield 6 se lanza con más formas de jugar que cualquier otro Battlefield, pero esto es solo la punta del iceberg. En unas semanas iniciaremos la temporada 1 como parte de nuestro compromiso de ofrecer entretenimiento sin parar a nuestra comunidad.”

Título que llegó el 10 de octubre, estando disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC (Steam, EA app, Epic Games Store), con una Standard Edition ($69.99 USD) y también la Phantom Edition ($99.99 USD).

Un modo campaña que no deslumbra, pero entretiene por algunas horas

Si sabes de Battlefield, debes reconocer que su apartado singleplayer nunca ha sido su fuerte y de hecho, en la comunidad ni siquiera esperamos que tenga un modo historia sobresaliente. Puede sonar a conformismo pero, medio en secreto, creo que desarrolladores y jugadores hemos aceptado un acuerdo mutuo de que lo importante es el multijugador.

Dicho eso, más que una campaña, la historia de Battlefield 6 se siente como un acto de redención tras el tropiezo técnico y creativo de 2042. En esa línea, DICE vuelve a lo esencial, entregando un conflicto contemporáneo reconocible, tono sobrio y militar, y una atmósfera que abandona operadores chistosos y cosméticos estridentes para recuperar el olor a pólvora y metal caliente. 

La historia nos sitúa en 2027, con una OTAN debilitada y el ascenso de Pax Armata, una corporación militar privada que ocupa el vacío de poder. Encarnamos a Dagger 13, un escuadrón de marines lanzado a una trama de conspiraciones y traiciones contada entre interrogatorios y flashbacks. 

Y como era de esperaerse, el guión rara vez alcanza grandeza, hay saltos temporales que entorpecen y personajes que cuesta recordar. Aun así, el sistema de escuadra, que permite emitir órdenes y aprovechar especialidades de clase, introduce una capa táctica que sostiene el ritmo incluso cuando la narrativa no despega.

La campaña reúne nueve misiones que completan entre seis y ocho horas, con una mezcla efectiva de asaltos explosivos, sigilo pautado y set pieces espectaculares. No reinventa la rueda ni compite con el músculo cinematográfico de Call of Duty, pero de todas maneras se nota un esfuerzo en entregarla lo mejor posible, haciendo que luzca producida, cinemáticas bien interpretadas, puesta en escena contundente y un sentido del espectáculo que, sin deslumbrar, mantiene el interés. 

Al final, creo que su mayor virtud está en servir de rampa de lanzamiento y como base para lo que más nos importa, fijando el tono, ordenando las ideas y te familiariza con las clases antes de abrir la puerta a lo que Battlefield entiende como su verdadero hogar, el multijugador.

No es la epopeya definitiva ni el renacer perfecto, pero sí una declaración clara de intenciones que, por primera vez en años, hace que volver al campo de batalla vuelva a tener sentido.

Un modo multijugador que recupera el alma de la saga

Pasando al multiplayer y sus mecánicas, es acá donde se siente que Battlefield 6 llega como un regreso a lo esencial, pero sobre todo, entregando sin miedo y fuertemente, un recordatorio de por qué la saga de DICE marcó época en el género bélico. 

Desde el primer disparo se percibe una intención clara, la cual es recuperar el alma perdida tras el tropiezo de 2042, ya que por ejemplo, las armas tienen peso, los impactos suenan con fuerza y cada enfrentamiento transmite una contundencia que se había echado de menos. 

El movimiento del soldado, más fluido y natural, equilibra el realismo con la velocidad, permite correr, deslizarse, asomarse o trepar con precisión y sin romper la inmersión. 

La sensación de control es impecable, como si cada acción tuviera el peso exacto que necesita, algo que también como adelanté, desde las fases Beta ya se venía sintiendo, lo que terminó enamorándonos nuevamente y confiando plenamente en los desarrolladores.

Junto a lo anterior, el regreso de las clases tradicionales de Asalto, Ingeniero, Apoyo y Reconocimiento, marca el tono de esta entrega. No hay especialistas extravagantes ni sistemas confusos y cada rol vuelve a tener sentido, cada herramienta su propósito. 

El diseño favorece la cooperación sin sacrificar la libertad individual, y la progresión por uso directo de armas da la sensación de avance constante sin caer en la rutina. Portal, por su parte, amplía el horizonte con un espacio para que la comunidad experimente, cree sus propios modos y prolongue la vida útil del juego.

Las batallas son más cerradas y frenéticas, con mapas que priorizan la intensidad sobre la extensión, donde los clásicos Conquest, Breakthrough o Team Deathmatch conservan su ADN, pero ahora las partidas fluyen mejor.

Esto ya que hay menos tiempo muerto, más momentos memorables y una sensación constante de presión. El nuevo modo Escalation destaca por su capacidad para generar historias espontáneas, el mapa se reduce progresivamente y el caos aumenta hasta que todo se convierte en una danza de vehículos, explosiones y heroísmos fugaces.

No todo brilla por igual, ya que para muchos jugadores, el equilibrio entre armas aún necesita ajustes y ciertos vehículos siguen siendo casi imbatibles si no se cuenta con el equipo adecuado, pero son cosas que se sabe se irán “arreglando” con el tiempo, ya que además incluso con esas asperezas, la experiencia general se siente sólida, viva y lo mejor de todo, convincente.

Frostbite te quiero mucho

Recuerdo que cuando salió el primer tráiler de Battlefield 3, especialmente aquel donde se mostraba la introducción al modo campaña, los jugadores de BF2 quedamos con la boca abierta, comentando en Teamspeak y foros lo increíble que se veía todo gracias al motor gráfico Frostbite.

Algo que volvimos a vivir en Battlefield 4 con ese avance con la música de Rhianna y que en ambos casos, nos hizo pasar momentos donde la mandíbula se caía sola dentro del caos, destrucción y maravilla gráfica y artística que nos regalaban los desarrolladores.

Y con mucha alegría debo decir que eso está de vuelta, ese asombro de niño pequeño que por primera vez ve algo maravilloso y que en quizás muy pequeña escala se vive jugando Battlefield 6. Juego donde en serio, me he visto ya varias veces riendo y quedando totalmente deslumbrado con, por ejemplo, algún helicóptero cayendo derribado sobre un edificio, destruyéndolo por completo.

Es increíble decirlo, porque debería ser lo normal, pero sorprende que Battlefield 6 haya llegado sorprendentemente pulido, sin errores graves, sin servidores colapsados y con una optimización ejemplar. La versión que jugué es la de Xbox Series X y anda maravillosamente, pero desde hace semanas me ha tocado cubrir diferentes post y videos de la comunidad, donde se alaba el port de PC, el cual incluso corre bastante bien en GPUs de hace ocho años. 

Con un tamaño razonable de instalación y un rendimiento estable incluso en combates masivos de 128 jugadores, el título demuestra que la estabilidad también puede ser un lujo. Junto a esto, se siente que la decisión de prescindir del ray tracing resulta acertada, en lugar de perseguir el brillo superficial, el juego privilegia la fluidez y el rendimiento, dejando claro que no busca deslumbrar por exceso, sino por equilibrio.

Y nuevamente, nuestro querido Frostbite Engine vuelve a brillar con una presentación imponente, la iluminación, la niebla, el polvo suspendido y los reflejos naturales componen un paisaje visual que impresiona sin recurrir al artificio.  Cada mapa tiene identidad propia, desde desiertos abrasadores hasta urbes devastadas, y mantiene una paleta contenida que enfatiza el dramatismo sin caer en la saturación. 

Sumado a todo esto, la destrucción, marca registrada de la serie, regresa con fuerza, ya que como seguro han visto en las decenas de videos que circulan en la red en redes sociales, las estructuras ceden bajo el fuego, los muros se desmoronan y el campo de batalla cambia constantemente. No todo es completamente destruible, pero lo suficiente como para sentir que cada impacto tiene consecuencias reales.

Y además, lo que se les duele a muchos porque al parecer es ahora el estándar, Battlefield 6 logra algo que pocos shooters contemporáneos se atreven a intentar y que es tomarse en serio. 

En medio de ese espectáculo visual, destaca el sonido de Battlefield 6, el cual no solo se ve como una guerra, suena como una. El diseño sonoro es una lección de inmersión y con el modo “war tape” activado, cada avión parece romper el aire a centímetros del jugador, los helicópteros rugen con fuerza y las balas cortan el espacio con precisión quirúrgica. 

Las explosiones resuenan con una mezcla de eco y vibración física, y cada arma posee una identidad acústica propia y obviamente, con auriculares, la experiencia se transforma en una descarga de adrenalina pura.

En una época donde los disparos se mezclan con trajes fosforescentes, bailes absurdos y personajes que parecen salidos de una caricatura, DICE decide volver a las raíces. Su estética militar es sobria, funcional y creíble. No hay artificios ni humor innecesario, solo el peso de la guerra moderna. 

Y gracias a esa seriedad, cada destello de luz, cada explosión y cada cielo ennegrecido recuperan un dramatismo casi cinematográfico.

Como muestra de lo bien que se ve en las tres versiones, comparto un video donde se comparan los ports de PS5, Xbox Series y PC (en inglés).

En conclusión, Battlefield 6 es una reivindicación de DICE, quienes junto a sus partners han conseguido recuperar la esencia de su saga, lo cual es la escala monumental, el caos controlado y la sensación de estar inmerso en un conflicto real. 

Y lo mejor de todo, escuchando a su comunidad y entregando una experiencia sin artificios ni pirotecnia vacía, logrando un equilibrio admirable entre tecnología, arte y emoción. 

Es un espectáculo sobrio, poderoso y lleno de personalidad que estamos amando.

Como dije al inicio de la reseña, Battlefield ya está disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC (Steam, EA app, Epic Games Store)

Visita Battlefield.com. Para mantenerte al tanto de las últimas novedades, sigue las cuentas oficiales de Electronic Arts Latinoamérica en Instagram y X.

Agradezco a EA Latinoamérica y compañía por el code entregado para poder escribir esta reseña.

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