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    Ernesto Garratt, autor de ‘Error de Continuidad’: “La ciencia ficción te permite decir las cosas más brutales sin que la gente se percate”

    Mientras realiza campaña como candidato a constituyente en la Región del Maule, el escritor Ernesto Garratt también difunde ‘Error de Continuidad’, su tercera novela. Su trama es contingente y fantástica a la vez: un protagonista que se gana difícilmente la vida en el Chile del 2020 emprende un viaje en el tiempo.

    La inquietud social y la crítica al statu quo están entre las tablas de la ley de varios autores de ciencia ficción y el profeta probablemente sea Herbert George Wells (1866-1946), aquel viejo socialista inglés que creó narraciones como ‘La guerra de los mundos’, ‘El hombre invisible’, ‘La isla del doctor Moreau’, ‘Los primeros hombres en la Luna’ y, antes que todas ellas, ‘La máquina del tiempo’, en 1895.

    El concepto de viaje temporal ha servido históricamente para alertar sobre las desigualdades sociales como lo hizo H.G. Wells, pero también para hablarnos del destino de personajes condenados por su propia naturaleza, como sucedía con el padre nerd de Marty McFly en la película ‘Volver al Futuro’. Cambiar el curso de la historia individual y colectiva es un recurso generoso en la cultura pop y sin ir más lejos, ‘Tenet‘, la última película de Christopher Nolan, tiene que ver con eso.

    En ‘Error de Continuidad’ (Aurea Ediciones, 2020), la nueva novela de Ernesto Garratt (1972), hay crítica social e imaginería pop. El protagonista es Daniel Villanueva (guiño al cineasta canadiense Denis Villeneuve), un continuista de cine ya sobre los 40 años, padre de familia y afectado por las difíciles circunstancias económicas del año 2020. Cuando la relación con su esposa comienza a naufragar, Villanueva logra un trabajo bastante conveniente en una película de gran presupuesto que se filma en Chile y cuya protagonista es una actriz de Hollywood. Desde ese momento, también, las cosas ya no sucederán con la normalidad acostumbrada. Desde ese rodaje, Daniel Villanueva será cualquier cosa menos un tipo normal.

    En medio de su campaña para ser elegido Constituyente en la Región del Maule, Ernesto Garratt conversa con NerdNews sobre su tercera novela, la primera de ciencia ficción tras las bien criticadas ‘Allegados‘ (2017), ganadora del premio Marta Brunet, y ‘Casa Propia’ (2019).

    —¿Cuánto tiempo te tomó ‘Error de Continuidad‘?

    —La idea la venía mascando hace años, pero a través de la editorial Aurea Ediciones, todo se aceleró bastante, sobre todo gracias al apoyo del editor Martín Muñoz Kaiser. En general trabajé rápido, con bastante retroalimentación de él. Tienen un método bien eficaz, consistente en que yo iba entregando capítulos que eran revisados y rápidamente pasaban a imprenta. Son siete en total en la novela. Sin embargo, esto no significa que no pensáramos en lo que estábamos haciendo. Por el contrario, me dediqué 24/7 a trabajar en el libro, un lujo considerando que muchos escritores en Chile generalmente sólo se pueden dedicar a sus obras en sus tiempos libres. Yo le entregaba todo mi día laboral a ‘Error de Continuidad’. Vengo del mundo del periodismo, donde los textos se deben entregar dentro de plazos establecidos y ese oficio a la larga te ayuda a trabajar rápido.

    —’Error de Continuidad‘ es aún más contingente que ‘Allegados‘ y ‘Casa Propia‘, con hechos sociales y políticos del 2020, incluyendo la pandemia, ¿Por qué?

    —Es un libro escrito durante la pandemia, pero la inclusión en la trama de hechos del año pasado obedece a un consejo del editor. Creo que eso hace más orgánica la novela y al mismo tiempo genera más empatía: es decir, una gran mayoría de los chilenos estamos viviendo lo que le pasa al protagonista. Carencia económica, falta de trabajo, búsqueda de recursos, ansiedad por el encierro, incertidumbre por el futuro. Me parece que estas situaciones al final le dan un contexto muy verosímil y cercano a la historia misma que enfrenta el personaje de Daniel Villanueva.

    —¿Por qué quisiste hacer tan evidente el rechazo a las clases altas en ‘Error de Continuidad‘?  ¿Por qué el “cuico” es tan villano?

    —El protagonista tiene esta suerte de odio parido a los sectores dominantes del país, porque el momento en que transcurre la historia está cruzado por mucha rabia. En mi opinión, estamos en una etapa de la historia en que las clases altas, o el “cuico”, es el gran responsable de la crisis institucional, económica y moral que enfrenta el país. Para mí, la “moral cuica” se mueve por lo pecuniario y no por lo social. La respuesta a esa “moral” es la bronca que siente el protagonista de la novela. Es una rabia que todos los que venimos de abajo, que somos la mayoría en este país, sentimos. Sobre todo la sentimos cuando vemos cómo el proyecto país de ellos ha fracasado. Ahora bien, esta bronca, rabia, odio o como se llame, es inversamente proporcional a los privilegios que tengas en la sociedad.

    —¿No le importa quedar mal con un sector influyente del país?

    —A mí eso me tiene sin cuidado, pues yo no le quiero hablar a las clases altas, a los privilegiados, pues esta novela no es para ellos. Para eso tienen toda la literatura chilena, que se ha encargado de susurrarles suavemente y durante muchos años, sobre Chile. Daniel Villanueva, el protagonista de ‘Error de Continuidad’, carga con esa bronca, pues ha tomado consciencia ahora que ya tiene esposa e hija. Es de alguna manera la continuación del protagonista del niño de Allegados, pero ya con más de 40 años de neoliberalismo en el cuerpo.

    —El protagonista, Daniel Villanueva, trabaja en películas chilenas y en la historia se describe al cine local como bastante amateur, ¿Por qué?

    —Porque comparado con el cine que se hace en el mundo, el cine chileno es así. Bastante amateur. A pesar de los reconocimientos que las películas locales han tenido en el exterior, aún nos falta bastante. Con eso me refiero a que aún hay brechas que cubrir, desde cuestiones como la cantidad de empleos que genera el cine local hasta los tipos de realidades que se representan en la pantalla. En fin, tampoco quería que el retrato fuera tan complaciente. Preferí mostrar lo que he visto y sentido, y ahí caben muchas miserias y pequeñeces humanas. Por supuesto que en la narración también hay una parodia, un resorte estructural que permite reírte, usar el humor en la descripción.

    —Debido a la profesión del protagonista, hay muchos detalles sobre ser continuista en una película, ¿Cómo obtuviste esa información?

    —Tengo una amiga, Consuelo Solar, que trabaja en la industria del cine en Toronto (Canadá). Ella además es periodista. Cuando cubría periodísticamente el Festival de Cine de Toronto siempre me quedaba en la casa de ella y de su pareja. Básicamente aprendí muchas cosas del trabajo de los continuistas (script supervisor, en inglés) a través de lo que ella me contaba, de sus historias. Por otro lado, tal vez mi película favorita sea ‘Blade Runner’ (1982) y bien tarde en mi vida me vine a dar cuenta que su continuista fue Ana María Quintana, una chilena. Eso me conectó aún más con esa labor. Precisamente un script supervisor debe evitar todos los errores posibles en una película, desde que el reloj del protagonista siga en su misma muñeca entre dos escenas hasta objetos u otro tipo de detalles de escenografía, vestuario, tiempo o incluso de guion. Y pasa que yo soy de esas personas que normalmente comete errores en la vida. O siente que los comete. Soy medio descoordinado en mis movimientos, a veces no me entienden lo que quiero decir, acostumbran a decirme que estoy mal, que soy comunista, que me la paso alegando por todo. En definitiva, al parecer no soy normal. Es curioso, porque no soy normal, pero al mismo tiempo estoy seguro que no estoy equivocado. Es una rara dicotomía y es la misma del protagonista, un personaje que tiene que velar por la perfección de la película, pero está equivocado en la vida o le hacen ver que está equivocado. El modelo de Chile te hace ver como alguien errado y equivocado si es que no tienes dinero en la cuenta corriente, si no ganas lo suficiente, si no eres de cierto grupo socioeconómico. Yo quería hablar de todo esto, pero en un tono de comedia, con humor, en forma liviana, a través de un formato ágil y en una novela corta. Ya había demasiado drama en ‘Allegados’ y ‘Casa Propia’.

    —¿Qué ventajas le ves a la ciencia ficción para contar tus historias?

    —Fundamentalmente a través de la ciencia ficción puedes decir las cosas más brutales sin que la gente se percate de que estás hablando de las cosas más brutales. Es un formato exquisito, pues te entretiene y al mismo tiempo te hace pensar. La gente no quiere en general que le cuenten barbaridades en la cultura pop, sino que busca pasar un buen rato. Pues bien, la ciencia ficción te hace pasar un buen rato y al mismo tiempo te puede hablar de un gobierno fascista. Plantea realidades que no existen a partir de una realidad que sí está. Para mí esa plasticidad es fascinante.

    —Actualmente eres candidato a Constituyente por el distrito 18 en la Región del Maule y si llegaras a ser elegido tendrías que probablemente dejar a un lado la escritura.

    —Es decir, seguiría siendo escritor, pero en ese caso estaría ayudando a escribir la Constitución. Qué mejor que participar en la construcción de un texto preciso, bello y que defina de común acuerdo lo que queremos para este país. Para mí es algo totalmente complementario a lo que hago como novelista.

    —¿Por qué optaste por utilizar un lenguaje libre, coloquial y lleno de chilenismos, sin considerar de que tal vez ‘Error de Continuidad‘ puede ser leída fuera de Chile?

    —Antes que nada quería escribir como hablamos los chilenos. El lenguaje define como somos y creo que nuestra manera de hablar es bella, a su manera. Creo que si un español, mexicano o peruano quiere leer la novela tiene que aceptar que así hablamos los chilenos. Así como hemos tenido una histórica paciencia y esmero para adaptarnos al español de un madrileño cuando leemos ediciones españolas, también debemos entender que lo que está pasando hoy culturalmente en Chile es muy fuerte. Siempre hemos sido el experimento de otros, pero hoy debemos fijarnos en nosotros mismos.

    —¿Cuáles son las mayores influencias literarias del libro?

    —Siempre he dicho que Philip K. Dick es uno de mis mayores referentes. Además, en esta novela en particular traté de incorporar bastante del humor de Osvaldo Soriano, escritor argentino que siempre he admirado. Con respecto a Philip K. Dick, creo que anticipó y predijo el siglo XXI de una forma similar a como Julio Verne lo hizo con el siglo XX. Pero además nos habló de la manera entre psicodélica y desestructurada en que percibiríamos el mundo que nos rodea. Todo eso está en el ADN de esta novela. No es que ‘Error de Continuidad’ haya salido de la nada. Es mi primera novela de ciencia ficción, estoy perfeccionando mi estilo y es imposible no rendirle tributo a aquellas influencias.

    —¿Cómo te llevas con los escritores en el país?

    —Me he dado cuenta que en general no es un mundo muy abierto y me da la sensación que cada cual es muy cuidadoso de su metro cuadrado. Sólo he encontrado el apoyo de Francisco Ortega y de Jorge Baradit. Sobre todo de Francisco Ortega, quien ha sido increíblemente generoso conmigo y me ha apoyado mucho. Y bueno, demás está decir el apoyo irrestricto de Luis Saavedra, un referente de la ciencia ficción local y de Martín Muñoz Kaiser y de mis colegas de Aurea Ediciones: gente que está buscando cambiar la escena nacional respecto de valorar la ciencia ficción y fantasía local como se lo merecen.

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