Con su cortometraje “El Ciclo”, Víctor García, quien es el director de cine fantástico más aclamado de España, se abrió puertas en el mercado norteamericano, donde dirigió “Return to House on Haunted Hill”, “Mirrors 2”, “Gallows Hill” o “An Affair to Die for”. Y ahora, tras su estreno en el festival de Sitges, García se embarca en su proyecto más ambicioso hasta la fecha con “Comunión con el diablo”, escalofriante película que ya se encuentra en salas chilenas desde el 16 de marzo.
La trama se basa en una leyenda rural y se desarrolla en un auténtico pueblo español, lo que aporta un valor añadido a la historia. La cinta transcurre a finales de los 80. Sara acaba de llegar al pueblo y no encuentra su lugar en ese espacio cerrado. Su mejor amiga es Rebe, una chica mucho más extrovertida. Una noche van a una discoteca, toman drogas y durante el trayecto a casa encuentran una muñeca vestida de primera comunión. A partir de ese momento, comenzará la pesadilla.
Para empezar, debo confesar que soy una de las personas que no le gustan demasiado ver películas de terror, ya que de verdad la paso muy mal viéndolas porque primero, soy muy miedoso y segundo, porque he sentido que la mayoría de las cintas del género actuales, repite a cada rato los mismos recursos que cansan y terminan por sacarte del foco y aburrirte. Es por esto que para asegurarme de no morir asustado o aburrido, vi el visionado que amablemente nos envió BF Distribution para esta reseña, en una tarde con harta luz de día (si, así de miedoso). Y el resultado fue más que satisfactorio ya que “Comunión con el diablo” (o “Diaulo” como le decimos los obreros o campesinos), me sorprendió siendo el mejor ejemplo de cómo una producción modesta puede lograr un resultado destacable.
El director Víctor García, quien cuenta con experiencia en Hollywood y cine mainstream, demuestra su capacidad para crear una atmósfera de terror juvenil ochentero con una ambientación excelente y una música que transporta al espectador a la época. Su modestia es encomiable, y logra combinar de manera efectiva la narración de los lazos familiares de los jóvenes con su complicada defensa de la amistad.
En términos de referencias cinematográficas, la película maneja bien sus influencias y agrega elementos propios con verosimilitud. Especialmente destacable es el toque de body-horror que decora el previsible esquema de las posesiones, así como la intriga que recuerda a las maldiciones japonesas y la influencia evidente de “The Ring”, que requiere de cierto desarrollo para su efectiva implementación en la trama.
Además, la elección del reparto y la dirección de actores son acertadas, destacando incluso en los papeles menores. “Comunión con el diablo” cuenta con las actuaciones de Carla Campra (“30 monedas”), Aina Quiñones, Marc Soler y Carlos Oviedo, entre otros.
En definitiva, “Comunión con el diablo” es una película honesta y modesta en su planteamiento, que logra combinar bien sus referencias y aportar elementos propios con verosimilitud. Aunque no evita todos los clichés del género, su metáfora sobre el consumo de drogas como pasaporte al más allá la eleva por encima de muchas películas del mismo estilo.
Como adelanté, “Comunión con el diablo” ya se encuentra en salas chilenas desde este jueves 16 de marzo.
