Juan Marín nos explica las razones para que vayas a ver esta premiada y bien criticada película inglesa que funciona con un plano secuencia dentro de una estresante cocina inglesa. Infartante, entretenida y un ejercicio de cine valioso, la puedes en varias salas y en especial en sala Nemesio esta semana.
Por Juan Marín
1. LAS ACTUACIONES La mayoría del elenco son actores no profesionales y eso le va aumentando realismo al film. Se asemeja bastante a un documental en ese sentido. Las reacciones son fortuitas y transmiten mucha verosimilitud aportando en el relato.
El protagonista de la cinta es el gran actor inglés Stephen Graham ( “Snatch”, “This is England”), quien interpreta al jefe de la cocina, Andy Jones. Su carisma para traspasar diversas emociones es una genialidad.
Es un excelente actor muy multifacético, de lo mejor de la actualidad en el Reino Unido. Debería haberse ganado una nominación al Oscar por esta tremenda actuación.
2. ESTÁ GRABADA EN UNA SOLA TOMA. Es un plano secuencia constante. Una técnica del cine muy compleja de hacer, sobre todo porque es durante toda la película.
No existe ningún corte entremedio. Este estilo facilita más la tensión y te hace sentir dentro de la cocina observando los conflictos internos de los empleados.
Una gran jugada del director en la utilización de esa técnica cinematográfica, convierte una cinta sencilla en una obra maestra.
3. LA PREMISA. La gastronomía es a la vez un arte, pero en este filme este tipo de arte se convierte en un estrés constante de 1 hora y media.
Es un thriller gastronómico intenso, que no te dejará tranquilo en ningún momento. La receta y el ingrediente secreto de esta joyita inglesa es el estrés, esa es la fórmula perfecta para que funcione una cinta de esta envergadura.
Imagínense a Hitchcock dirigiendo un capítulo de Master Chef, imperdible. Desde este jueves está disponible en salas de cine. Es una cinta imprescindible, que vale la pena ver. En mi ranking personal, de las mejores del 2021.