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    “Death Stranding 2: On the Beach” es una de las mejores secuelas de la historia

    En la industria de los videojuegos, existen pocas figuras que por décadas, han alcanzado el estatus de leyendas y genios como lo ha logrado Hideo Kojima. Incansable creador que al entregarnos clásicos eternos, se han ganado además un sitial de estrella en la cultura popular y no sólo gamer, apoyado con el cambio en la forma de ver a los videojuegos que ha tenido la sociedad, dejando de ser una forma de entretención para “nerds” y antisociales.

    Su última creación, luego de su bullada salida de Konami, fue “Death Stranding” en el año 2019 y desde el 26 de junio de 2025, su secuela directa, “Death Stranding 2: On the Beach”. Ambos títulos protagonizados por Norman Reedus en su papel de Sam Porter Bridges, acompañado en esta nueva entrega por un elenco de figuras internacionales que creo solo un proyecto de Kojima puede atraer. 

    Entre ellos están Léa Seydoux, Troy Baker, Elle Fanning, Shioli Kutsuna, Guillermo del Toro, Nicolas Winding, George Miller y Fatih Akin.

    Un juego que ha tenido una excelente recepción desde que llegó en exclusiva a PlayStation (solo en PS5), gracias a quienes he podido estar jugándolo desde hace semanas, siendo sorprendido por cómo Kojima vuelve a confirmar su estatus de creativo de alto nivel. Y además, un artista que incluso cuando uno lo espera, entrega una obra que te y vuela la cabeza en varios aspectos, con una narrativa que conmueve hasta casi las lágrimas.

    En esta segunda parte, la historia de Sam Porter Bridges continúa en un escenario aún más desgarrado, donde la realidad se quiebra bajo el peso de fenómenos sobrenaturales y la sombra de una amenaza cada vez más insoslayable. La misión de Sam sigue siendo la misma en esencia, pero las circunstancias han cambiado, y no se trata sólo de unir ciudades o transportar paquetes a través de territorios devastados.

    Y es que ahora, la reconexión humana implica enfrentarse a una organización enemiga tan misteriosa como peligrosa, cuyos objetivos se entrelazan con los secretos más oscuros del pasado y el futuro de la humanidad.

    Como ya habían adelantado desde PlayStation, Kojima, conocido por su capacidad para entrelazar lo emocional con lo filosófico, lleva aquí su propuesta a un nuevo nivel, ya que entre otras cosas, a diferencia de su predecesor, “Death Stranding 2” adopta un ritmo narrativo mucho más dinámico y ofrece acceso temprano a equipamiento avanzado, estructuras e infraestructura de transporte, lo que facilita una experiencia más ágil y estratégica desde el comienzo. 

    Además, el aprovechamiento de las capacidades gráficas de la PS5 eleva el realismo a niveles asombrosos, con un juego lleno de paisajes naturales vibrantes, terrenos desafiantes y un detallado ecosistema australiano, son solo algunas de las maravillas visuales que ofrece. Junto a lo anterior, la jugabilidad también ha evolucionado en este “Death Stranding 2” respecto al primer juego, brindando mayor libertad y una variedad significativa de opciones tácticas, donde destaca el sistema APAS, que permite personalizar sus rasgos mediante “recuerdos” recolectados en la aventura. 

    Elementos que nos hacen experimentar momentos increíbles mientras juegas “Death Stranding 2”, ya que no solo amplía su universo narrativo y técnico, sino que también afianza su propuesta como una experiencia inmersiva, intensa y profundamente personal.

    Un juego que hace reforzar la idea de que Hideo Kojima es de esos genios adelantados a su tiempo y quien incluso tiene la capacidad de constantemente superarse a sí mismo.

    Hideo Kojima vuelve a sorprender con su inconfundible forma de contar historias

    “Death Stranding 2: On the Beach” retoma la historia once meses después de los eventos del primer juego, con un Sam Porter Bridges que intenta llevar una vida apacible junto a adorable bebé Lou. La historia sigue estando ligada a un mundo donde la frontera entre la vida y la muerte ha colapsado y el tejido de la realidad se ha fragmentado de forma irreversible y los sobrevivientes se aferran a los restos de civilización ocultos bajo tierra, mientras la superficie está infestada de espectros que deambulan por paisajes tan hermosos como hostiles. 

    En este contexto resurge Sam, en una una nueva misión lo arrastra fuera del exilio, debiendo volver a conectar al mundo mediante la expansión de la red quiral, esta vez más allá de Estados Unidos.

    Y antes de continuar con lo de la historia, debo comentar que para quienes llegan a esta segunda parte sin haber jugado la primera, en el menú de inicio de “Death Stranding 2” se entrega un resumen de lo sucedido en “Death Stranding”. Un video que la propia Playstation ya había publicado días antes, que puede dejar al día a cualquiera, aunque como pasa con varias secuelas, lo ideal es primero jugar el título original y luego este.

    Pero entiendo que a veces la falta de tiempo y las ganas de jugar algún nuevo título de una saga sin haber experimentado los anteriores, son razones más fuertes y por ello, el resumen oficial se entrega pensando en esos jugadores.

    Habiendo dejado en claro esto, cabe destacar que la secuela adopta un enfoque más ambicioso en escala y tono. Tras un prólogo ubicado en México, el verdadero desafío se despliega en Australia, un continente que se convierte tanto en escenario como en antagonista, donde la gran novedad estructural es que Sam ya no está solo, porque cuenta con un equipo, una comunidad en formación que convierte la travesía en una labor colectiva.

    La Magellan, una imponente nave que actúa como base móvil, simboliza ese paso de la soledad absoluta a una conexión más amplia y organizada, dando como resultado un juego que, sin traicionar su esencia meditativa, ofrece un sentido más amplio de propósito y pertenencia. En este aspecto, la narrativa de “Death Stranding 2” es más accesible que su predecesor, ya que estos diferentes personajes van entregando capas y momentos que entretienen y emocionan por partes iguales. 

    Además, todo transcurre de forma más ágil también no porque la trama renuncie a su complejidad, sino porque el universo ya está cimentado y no necesita ser explicado desde cero. 

    Es así como los momentos de impacto llegan con rapidez, y los capítulos encadenan misterios, revelaciones y giros argumentales que mantienen la tensión sin sacrificar la profundidad. Sin caer en spoilers, obviamente hay giros, algunos más sorprendentes que otros, pero gracias a Kojima, como buen contador de historias, incluso los más previsibles están ejecutados con una destreza estética y emocional que los eleva. 

    En general, “Death Stranding 2” toca temas relevantes y delicados con su peculiar sensibilidad, los cuales van desde el duelo y la pérdida hasta los efectos de la soledad prolongada, pasando por elementos más oscuros como la explotación humana o el control institucional sobre los cuerpos. Hay también guiños a temáticas actuales, como las referencias a la inteligencia artificial y al impacto de la desinformación.

    Una trama que de todas maneras, cabe destacar que en su parte importante, se desarrolla en los últimos actos, así que necesita una conexión y complicidad de parte de los jugadores, para querer llegar a aquella parte y entender todo.

    Además y por esto, creo que no es para todos, una advertencia que es importante especialmente en estos días donde en general en redes sociales, para parte de la comunidad todos es malo y woke, con mucha gente llamando “otro aburrido walking simulator más”. 

    Pero por otro lado, obviamente es para quienes son seguidores de la obra de Kojima o para aquellos jugadores quienes con mente amplia y no de incel de avatar con furros en sus redes sociales que solo quiere jugar títulos llenos de personajes femeninos voluptuosos (ojalá anime), buscan sorprenderse incluso cuando compartan ciertos prejuicios

    Y es que la de “Death Stranding 2”, es en gran parte una historia que conmueve, que cuestiona, y que como toda buena obra de Kojima, deja espacio para la interpretación personal.

    En sus mecánicas, apartado técnico y gráfico, “Death Stranding 2” deja claro que no es simplemente una secuela, se experimenta como una evolución

    Desde que se inicia “Death Stranding 2”, sobre todo cuando pasamos la primera de muchas maravillosas cinemáticas y comenzamos a jugar (con una transición casi mágica), de inmediato queda claro que en esta secuela, Kojima no busca simplemente continuar una historia. Y es que en serio, se nota que de un modo sublime, junto a su equipo de desarrolladores y artistas, han querido reinterpretar la experiencia original desde una mirada más madura, más empática y, en ciertos aspectos, más indulgente. 

    Como adelantamos, la nueva misión de nuestro protagonista lo lleva desde México hasta Australia, cruzando paisajes radicalmente distintos, en compañía de aliados, tecnología de punta y la Magellan, que es una adición genial no sólo en lo narrativo, sino en las mecánicas de juego. 

    Gracias a esto y que ahora compartimos en parte el viaje con varios otros personajes, la sensación de soledad que definía al primer juego ha sido reemplazada por una red de apoyo, lo que marca una diferencia notable en el tono emocional de esta entrega.

    En este aspecto, la evolución más evidente está en el diseño de su gameplay, ya que “Death Stranding 2” se nota cuidadosamente optimizado para ofrecer más opciones, más herramientas y más libertad a quien juega. Desde el primer minuto, se nota que la fricción ha disminuido y se nos permite moldear la experiencia, ya sea a través del sigilo, el combate o la logística detallada. Organizar tu inventario ahora es un placer, escanear áreas enemigas es más estratégico, y las mejoras tipo RPG permiten afinar tu estilo a medida que avanzas, pudiendo por ejemplo, instalar torretas en tu vehículo, lanzar granadas desde un jeep y adaptar tu arsenal para cada misión sin demasiadas complicaciones.

    De alguna manera, se pierde algo de la dureza que definía al primer título donde el reto, antes constante y emocionalmente agotador, aquí se ve suavizado, pero para nada es algo malo y de hecho, quienes disfrutamos los videojuegos como yo pero somos “mancos”, agradecemos. Esto se puede vivir incluso en enfrentamientos clave, donde el juego no duda en facilitarte armas y recursos, haciendo que al final, lo que en el pasado era una batalla física y mental por cada colina, ahora se resuelve (a menudo) con un vehículo potente y una planificación eficaz.

    La travesía, aunque sigue siendo el núcleo del juego, ya no te exige el mismo esfuerzo emocional o físico al menos, no con la misma frecuencia.

    Sumado a lo anterior, donde antes había tensión constante, ahora hay espectáculo visual y mecánico bien montado, con un combate que se ha refinado, siendo más fluido, más táctico, más variado. Las posibilidades se expanden gracias a nuevos gadgets, armas especializadas y enfrentamientos paranormales de gran escala. 

    Y claramente, ya que se puede ver desde los avances del juego presentados en tráilers o videos sobre el desarrollo, “Death Stranding 2” realmente brilla sin discusión en lo técnico y lo visual. El motor gráfico Decima Engine muestra músculo en cada escena, con 60 FPS estables, gráficos ultra definidos, partículas atmosféricas, iluminación reactiva y un nivel de detalle tan minucioso que es difícil no quedarse quieto, solo para observar el paisaje.

    Aspectos como la iluminación, dejan de ser más allá de una implementación técnicamente sobresaliente, ya que funcionan integralmente como un lenguaje emocional. Una puesta de sol, una linterna en medio de la lluvia, la luz que entra por la compuerta del Magellan, todo tiene un peso narrativo.

    Es realmente impresionante ver como el equipo de Kojima no sólo exprime al máximo y de manera eficaz a esta herramienta y además, al hardware de la PlayStation 5. Algo que ya se había visto por ejemplo en juegos como “Marvel’s Spider-Man 2”, pero en “Death Stranding 2”, se lleva el rendimiento de la consola un paso más allá.

    Pero la belleza no se queda en la superficie, ya que la dirección artística de Yoji Shinkawa eleva cada rincón del mundo, mezclando lo postapocalíptico con lo espiritual, lo metálico con lo orgánico. Es un mundo reconocible pero profundamente único, donde no hay un solo elemento visual fuera de lugar y todo parece diseñado con una precisión casi maniaca.

    Las animaciones faciales, obra del estudio 3Lateral, aportan una dimensión emocional tangible, donde los gestos sutiles, miradas y hasta los silencios suman maravillosamente a la narrativa del juego, que muchas veces se apoya más en lo visual que en el diálogo. 

    Para terminar, la música, como siempre en los proyectos de Kojima, es una columna vertebral y esta vez, el compositor Woodkid toma el timón y entrega una banda sonora a la altura de las expectativas. Cada tema acompaña la acción con sensibilidad, realzando lo íntimo, lo épico o lo melancólico según el momento.

    La banda sonora sigue funcionando como un respiro en medio del caos, como ese recordatorio de que no estás simplemente jugando: estás experimentando algo que también busca conmoverte.

    Y sobre su localización a nuestro idioma, el juego h Stranding 2: On the Beach cuenta con español latino tanto es sus menús como en los subtítulos y doblaje. Pero en este aspecto, se debe advertir que han habido cambios en un par de actores que le dieron su voz a los personajes en la primera parte, aunque de todas formas, esto de todas no cambia en nada el buen trabajo de estos artistas, quienes entregan interpretaciones de gran nivel.

    En conclusión, “Death Stranding 2” es una obra que, con todos sus cambios, conserva su identidad, y que en su narrativa, lo técnico y lo artístico alcanza cotas difíciles de igualar. Kojima ha creado, una vez más, algo que no se parece a nada más y nos regala una experiencia que mezcla espectáculo, contemplación, emoción y tecnología con una delicadeza admirable.

    El creativo ha entregado una secuela que es épica, emotiva y extraña, pero de esa extrañeza que siento que quizás se entienda con los años y es lo que asombra de gente como Kojima. Esto porque se siente que como todo genio, tiene un toque de locura que se manifiesta en sus obras, o definitivamente su mente está adelantada a nuestro tiempo.

    “Death Stranding 2” no es un juego para todos los gustos, pero sí una experiencia que merece ser vivida, incluso si no la juegas tú directamente.

    Victor Mendez
    Victor Mendez
    Gamer, devoto de Internet y “periodisto chasquilla”, quien trabaja en el medio intentando darle el respeto que merece el oficio del periodismo, mientras lucha contra su constante "Síndrome del impostor".Y a veces me da miedo la vida real porque tiene mucho lag y no hay respawn.

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