Ninja Gaiden es de esas sagas que aunque como yo, no hayas jugado todos sus títulos, muchos gamers sabemos de todas maneras que ya que han alcanzado el nivel de legendarias.
Franquicia famosa por su dificultad a prueba de paciencia y por su héroe, el ninja Ryu Hayabusa, la cual nació en la NES y, con los años, fue evolucionando hasta las entregas en 3D, siempre manteniendo ese sello de desafío y estilo.
Y en un año especial para esta serie de juegos, donde hemos visto nuevas versiones de sus clásicos, llega Ninja Gaiden 4 para saciar la sed de hack and slash de su fiel comunidad.
Género que por si no entiendes de qué se trata, está pensado para soltar adrenalina entregando combates rápidos, frenéticos y, la mayoría de las veces, cuerpo a cuerpo contra montones de enemigos.

Después de más de una década de silencio Ninja Gaiden resurge gracias a la unión entre Team Ninja y PlatinumGames, una combinación soñada y que incluso parecía improbable, pero el resultado demuestra una armonía perfecta.
Ambientado en un Tokio futurista cubierto por una lluvia constante de miasma, el juego nos presenta a Yakumo, el nuevo protagonista, quien es un joven ninja del Clan Raven llamado a enfrentar el resurgir de una amenaza ancestral. Su viaje no es solo el de un guerrero, sino el de un heredero de una tradición que se niega a morir.
La sombra de Hayabusa se proyecta sobre cada paso que da, no como un peso, sino como un faro que guía su evolución. Este relevo generacional, más que un cambio de protagonista, representa el tema central del juego, la herencia y la transformación.
Esa dualidad, entre pasado y futuro, entre poder y vulnerabilidad, se refleja también en su jugabilidad. Ninja Gaiden 4 conserva la ferocidad y la precisión que siempre definieron a la saga, pero ahora con una fluidez y una expresividad que evidencian la mano de PlatinumGames.
En el plano estético, la fusión de estilos brilla con fuerza y este Tokio distópico de la historia combina el misterio urbano con un diseño visual cargado de energía, neones y contrastes, mientras las animaciones de combate se mueven con una elegancia brutal que raya en lo hipnótico.

Y luego de jugarlo antes de su lanzamiento gracias a Xbox, puedo decir que según mi experiencia, se siente como un renacimiento que en general, no solo reafirma el legado de una de las sagas más icónicas del hack and slash, sino que la impulsa hacia el futuro con una energía renovada.
Juego que ya está disponible para Xbox Series X|S, Xbox en PC, consolas handheld ROG Xbox Ally, Xbox Cloud; también disponible en Steam y PlayStation 5.
Además cabe destacar que es un título Xbox Play Anywhere (con una compra lo puedes jugar en Xbox PC y Xbox Series X|S) y está disponible día uno con Xbox Game Pass Ultimate y PC Game Pass.
Una secuela que presenta cambios, pero respeta el pasado
Acerca de su narrativa, hay que decir que aunque interesante, la historia de Ninja Gaiden 4 no brilla por profundidad, pero si entrega momentos memorables que claramente, se sienten pensados para que seas disfrutados por los fans de la saga.
Como adelanté, el juego sitúa su historia en un Tokio del futuro relativamente cercano, sumido en una pesadilla perpetua, ya que una lluvia de miasma que corroe la ciudad y transforma todo lo que toca. La fuente de esta corrupción es el cuerpo del Dark Dragon, un antiguo enemigo cuya muerte no trajo paz, sino una nueva forma de calamidad.

En medio del caos, los restos de la humanidad, los clanes ninja y las criaturas demoníacas se enfrentan por el control de un mundo al borde del colapso.
De ese escenario emerge Yakumo, un joven prodigio del Clan Raven marcado por una antigua profecía que lo señala como el salvador de la Tierra, quien cabe destacar que aquí se presenta como el nuevo protagonista de la serie.
Sin embargo, su destino se ve trastocado cuando descubre que su misión lo llevará a una confrontación entre maestro y aprendiz, de la cual no quiero adelantar demasiado, pero que se convierte en el corazón emocional del juego, una lucha no solo física, sino también ideológica, que examina la delgada línea entre deber y libertad, entre herencia y ruptura.
Esto dentro de una narrativa que, más ambiciosa que en entregas anteriores, expande el lore del universo Ninja Gaiden al explorar los contrastes entre tradición y modernidad, fe y pragmatismo, luz y oscuridad.

Como dije, no es demasiado profunda por si esperas algo así y se va entregando principalmente por diálogos que tienen los personajes durante pausas cinemáticas.
Pero de todas maneras, creo que si eres jugador veterano de Ninja Gaiden desde la primera versión de la Nintendo, estoy seguro que te logrará emocionar con su mezcla de acción, melancolía y reflexión sobre el peso del legado.
La acción clásica de la serie está de vuelta, y en grande…
Desde el primer enfrentamiento, Ninja Gaiden 4 deja claro que su ADN sigue intacto, donde los combates son veloces, precisión quirúrgica y una dificultad que no concede respiro. La acción se mueve con brutal elegancia y todo parece un verdadero ballet sangriento, donde cada golpe, cada parry y cada esquiva dependen de reflejos y disciplina absoluta.
Team Ninja y PlatinumGames logran una fusión notable entre la técnica exigente que siempre definió a la saga y la fluidez cinematográfica propia de los creadores de Bayonetta. El resultado es un sistema de combate tan exigente como adictivo, que cuando lo dominas, termina siendo una experiencia intensa y gratificante.

La sensación de control es total y cada movimiento de Yakumo fluye con una agilidad letal, ya que sus katanas trazan líneas de muerte con una precisión que recuerda los mejores momentos de Ninja Gaiden.
Las mecánicas defensivas aportan una capa extra de profundidad al ritmo del combate y como indiqué, dominar estas técnicas es la clave para sobrevivir y, sobre todo, para disfrutar de la danza letal que propone el juego.
Todo en Ninja Gaiden 4 gira en torno al timing perfecto, haciendo que atacar, esquivar y contraatacar en el momento justo, se sienta más satisfactorio que nunca.
Junto a esto, desde las ágiles katanas gemelas hasta la poderosa lanza, cada arma ofrece un estilo de combate único y anima a experimentar con distintos enfoques. Además, la progresión es profunda y estimulante, donde el jugador puede desbloquear técnicas, mejorar estadísticas, equipar joyas con efectos pasivos y perfeccionar su estilo hasta alcanzar un dominio absoluto.
Pero, para alegría de los que somos declarados malos para los juegos y derechamente “mancos”, a pesar de su implacabilidad, Ninja Gaiden 4 ofrece opciones de accesibilidad que suavizan la curva de aprendizaje sin diluir la esencia del desafío.
El Hero Mode permite centrarse en la historia y la puesta en escena, sirviendo más como entrenamiento que como experiencia definitiva.

Algo que aunque a algunos les moleste, creo que es genial porque abre el abanico de posibilidades de jugar este título, atrayendo a un público más amplio. Y también permite que, luego de por ejemplo terminar el juego en este “modo fácil”, aventurarse en la próxima partida en algo más desafiante.
Y es que en esos niveles de dificultad intermedios, el juego brilla realmente, siendo desafiante, justo y con una curva de aprendizaje que recompensa la perseverancia.
Ninja Gaiden 4 no busca complacer a todos y en su núcleo, incluso con estas ayudas, es un título que exige y se mantiene fiel a su identidad.
Esto ya que es un test de habilidad pura, un homenaje al pasado y una prueba implacable para los reflejos del presente.
Una presentación visual asombrosa y rendimiento impecable
Pasando a los gráficos, Ninja Gaiden 4, en lugar de perseguir el fotorrealismo extremo que domina muchos lanzamientos actuales, apuesta por la fluidez y la coherencia estética.
Su motor gráfico prioriza el rendimiento, alcanzando los 120 fotogramas por segundo en consolas (con monitores compatibles) y con una estabilidad impecable, que hace que cada movimiento, golpe y salto se sienta natural y preciso.

Aunque algunos escenarios no luzcan tan detallados como los de las producciones más ambiciosas, el diseño artístico compensa con atmósfera y variedad, ya que su Tokio futurista cubierto por un miasma constante, donde el acero brilla entre luces de neón, templos olvidados y ruinas envueltas en oscuridad, se ve maravilloso.
La dirección de arte de la colaboración entre Team Ninja y PlatinumGames, fusiona con acierto lo ancestral y lo tecnológico, entregando trajes que combinan elementos tradicionales con toques modernos, y los enemigos exhiben diseños tan grotescos como fascinantes.
Aprovechando además el hardware de actual generación, tanto de consola como PC, las animaciones, veloces y precisas, acompañan la intensidad de los combates con una fluidez casi hipnótica, mientras la cámara se mantiene estable, incluso en las batallas más frenéticas.
El juego ha implementado además un Modo Foto, el cual sirve como siempre para poder sacar mejores capturas y compartirlas en redes sociales, foros y hubs de las diferentes plataformas.

El apartado sonoro es otra de sus grandes virtudes, con una banda sonora que combina guitarras eléctricas, percusión japonesa y sintetizadores con un poder casi visceral. Temas que, como se espera, elevan la adrenalina de cada enfrentamiento y refuerzan el carácter cinematográfico integral.
Todo en conjunto, hace que cada escenario transmita un tono particular, por momentos con decadencia, misticismo o caos urbano, logrando que el mundo de Ninja Gaiden 4 no solo se recorra, sino que se sienta.

En general es Ninja Gaiden 4 un espectáculo visual, del cual dejo un par de clips, el primero grabado en PC (16 GB / INTEL I7-12650H / NVIDIA RTX 3060 6 GB) y el segundo en la Xbox Series X, donde claramente se puede ver lo malo que soy para este tipo de juegos.
En conclusión, Ninja Gaiden 4 es un genial regreso y renacimiento que la saga necesitaba y aunque la elección de un nuevo protagonista podía parecer arriesgada, la apuesta funciona.
Pero, en lo que seguro es lo más importante para los fans, su jugabilidad sigue siendo la gran protagonista y cada enfrentamiento exige reflejos, precisión y paciencia.

En conjunto, Ninja Gaiden 4 devuelve a la saga a la élite y la alianza Team Ninja + PlatinumGames afila el legado y espero, no demore tanto en volver a reaparecer con otra entrega.
Como indiqué al inicio de este texto, Ninja Gaiden 4 está disponible para Xbox Series X|S, Xbox en PC, consolas handheld ROG Xbox Ally, Xbox Cloud; también disponible en Steam y PlayStation 5, además de Xbox Game Pass Ultimate y PC Game Pass.
Agradezco a Xbox y compañía la oportunidad de poder jugar este título antes de lanzamiento y poder contarles mi experiencia en esta reseña.