Mega-provocadora, mega-amada, mega-odiada: Ese es el efecto que está generando “Megalópolis” en el Festival de Cannes en curso. Este es el reporte de Juan Marín
“Megalopolis” sin lugar a dudas es el proyecto más personal del director de “El Padrino”, Francis Ford coppola. Tuvieron que pasar 40 años para que por fin viera la luz. Coppola debió vender parte de su viñedo para poder financiar su película, ya que ninguna productora quería arriesgarse por lo experimental que resulta ser la cinta. Con la distribución ocurrió algo parecido, por suerte Cannes se atrevió y le alzó una mano a este maestro del cine.
Es una fábula épica romana ambientada en un Estados Unidos moderno devastado. Una ambiciosa cinta de ciencia ficción con Adam Driver y Giancarlo Esposito como protagonistas. El filme no pasó desapercibido en estos últimos tiempos por su polémico y caótico rodaje. Hubo acusaciones de acoso contra el director y que también se pasaba horas fumando marihuana en su caravana sin hablar con nadie.
En su estreno en Cannes se convierte en la película más divisora del certamen generando opiniones diversas. Por ejemplo el crítico Richard Lawson para Vanity Fair señala que es “un proyecto pasional que ha salido terriblemente mal. Es un desastre casi absoluto”. Por su parte David Ehrlich para IndieWire dice que “Megalopolis” resulta “un manifiesto desgarrado, brillante y trascendentalmente sincero sobre el papel de un artista al final de un imperio. No solo habla de la filosofía de Coppola, la encarna hasta la médula”.
El gran Francis Ford Coppola ya ganó la Palma de Oro dos veces por sus brillantes “Apocalypse Now” y “La Conversación”. Si Coppola llega a obtener la Palma de Oro por “Megalopolis”, sería un hito para el cine dado que se convertiría en el primer director en la historia en conseguirlo tres veces. Aunque dudo que lo logre con esta alocada película.