La ciudad francesa volvió a surgir desde las cenizas.
Es sabido que el año pasado fue una época más que caótica para el mundo audiovisual. Desde el cierre de los cines por la pandemia hasta la cancelación de todos los eventos relacionados con premiaciones de este rubro (salvo algunas excepciones), todo se tuvo que adaptar a las restricciones provocadas por el Covid-19.
Pero el pasado día 6 de julio hubo una pequeña luz de esperanza, ya que por fin después de dos años, el Festival de Cannes pudo realizarse con una relativa normalidad, considerado uno de los eventos más importantes del cine, luego de dos años en el hiatus.
El Festival partió como siempre lo ha hecho desde sus inicios: con una alfombra roja y con una película que, si bien está fuera de la competición, es un adelanto de todo lo que se presentará y es probablemente, el filme más importante de todo el certamen.
La cinta que fue escogida para esta instancia fue Annette, del director francés Leos Carax y que al igual que su cinta anterior que presentó en Cannes, Holy Motors, dejó mucho que hablar entre los críticos y la audiencia.
Protagonizada por Adam Driver (Patterson) y Marion Cotillard (El Origen), la cinta que además es un musical, cuenta la historia de Henry, un comediante algo punk que se enamora de Ann, una cantante de ópera mundialmente famosa. Ambos forman una pareja rodeada de glamour y parecen felices, hasta que nace su primogénita: Annette, quien le cambiará la vida a sus padres, para bien o para mal.
Con eso, los críticos de cine han destacado la originalidad que tiene Annette para mostrar temas tan sórdidos como la violencia de los hombres hacia las mujeres o la explotación infantil que lamentablemente está normalizada en Hollywood; junto con las actuaciones de Driver, Cotillard y Simon Helberg (The Big Bang Theory).
Annette es una fuerza desquiciada de la naturaleza en la alucinante fantasía de Leos Carax, dijo Eric Kohn en su crítica escrita para IndieWire. Otros fueron más duros con la propuesta de la cinta, como David Calhoun de la revista Time Out quien comentó que la cinta es: Hipnotizante y exasperante a partes iguales (…) Annette hará que cierto público salga corriendo y chillando y que el otro la ponga en un altar.
Además, según lo consigna Variety, al finalizar el filme, el público ovacionó a Driver por al menos 5 minutos, mientras Carax, al verse aliviado, prendió un cigarro como celebración.
