Soy un reconocido gamer “manco”, quien ha vivido etapas de amor y odio (ahora mucho más amor) con títulos como “Elden Ring” y en general, cualquiera que presente una curva de aprendizaje difícil o derechamente, necesite habilidad.
Pero por otro lado, siguiendo esa hermosa filosofía de Hidetaka Miyazaki, Director del estudio FromSoftware, quien dice que desarrolla videojuegos difíciles para enseñar la alegría que proviene de superar las dificultades, me gusta experimentar títulos que requieren que uno se esfuerce casi al límite y que desafían mi paciencia de gamer cuarentón, incluso cuando me asuste.
Sí, parafraseando a la famosa canción, me asusta pero me gusta.

Uno de este tipo de juegos es “The First Berserker: Khazan”, título que se presenta como un RPG de acción desarrollado por los surcoreanos Neople y Nexon lanzado en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, el cual representa un giro radical respecto a su franquicia Dungeon Fighter. Pero que en realidad, todos hemos abrazado como un souslike puro y duro, que promete una experiencia intensa y desafiante, inspirada claramente en referentes como Nioh y Dark Souls.
El título pone al jugador en la piel de Khazan, el legendario general del Imperio Fell-Los, quien regresa de la muerte para descubrir los oscuros sucesos que lo llevaron a su caída y emprender un camino de venganza contra sus enemigos. El juego fue presentado oficialmente durante los Game Awards 2023, marcando así el primer intento de Neople y Nexon por expandir el universo DNF hacia un nuevo género.

Lejos del estilo beat’em up en 2D que caracteriza a Dungeon Fighter, esta nueva entrega propone una jugabilidad centrada en el combate estratégico y exigente, con una cámara en tercera persona, ambientación oscura y una narrativa que explora rincones inexplorados del continente de Arad.
Y en general, luego de jugar por varias semanas “The First Berserker: Khazan”, puedo asegurar que cumple la promesa de sus desarrolladores y creo que conquistará a quienes sean fanáticos de los RPG de acción y los souslike, entregando con una historia intensa, un mundo inmersivo y mecánicas de combate profundas. Además de como dije, una dificultad que aunque haya sido “nerfeada” con actualizaciones por reclamos de la propia comunidad, sigue siendo alta. Sobre todo para los que, a pesar de que nos encante jugar videojuegos, nos cuesta un poquito (o harto en mi caso).
Todo aquello adornado por un estilo artístico que no solo establece el tono sombrío y cautivador del juego, sino que también aporta una estética especial gracias a diseño tipo anime distintivos y elementos tipo cartoon, combinación que permite representar con gran detalle secuencias de acción intensas y elaboradas.
Un estilo visual atrayente y rendimiento gráfico más que satisfactorio
Para empezar esta reseña, quiero hablar justamente sobre el estilo visual de “The First Berserker: Khazan”, ya que desde los primeros minutos de juego y que es algo similar a lo que pasa al ver sus avances y tráilers, queda claro que su dirección artística es uno de sus pilares más sólidos. Apostando por un estilo sombreado plano muy marcado, el título se apoya en trazos gruesos, iluminación dramática y una estética anime que lo hace brillar con identidad propia.
Tanto así, que creo si eres fan del anime de acción, aquí te sentirás como en casa, ya que mientras uno juega, cada movimiento, cada golpe y cada parry están coreografiados con una precisión casi cinematográfica, como si cada encuentro en pantalla fuera parte de una gran escena culminante.

Los jefes, por su parte, aportan una dimensión especial a este apartado y aunque algunos diseños pueden dar la sensación de ser variantes de enemigos ya vistos, hay varias peleas que destacan por su creatividad, tanto en lo estético como en lo mecánico. Estos enfrentamientos se sienten como clímax cuidadosamente planeados, donde el diseño artístico y la jugabilidad se funden para ofrecer una experiencia tan desafiante como espectacular. Hay batallas que se sienten como un verdadero duelo contra fuerzas imposibles, con enemigos que imponen no solo por su dificultad, sino también por su presencia escénica.
“The First Berserker: Khazan” ha sido desarrollado con Unreal Engine y logra un equilibrio técnico notable, ya que a pesar de este despliegue visual y el dinamismo de sus animaciones, el rendimiento es sólido tanto en consolas, siendo la versión que jugué la de Xbox Series que brinda una experiencia satisfactoria. Y según reseñas técnicas y reportes de la propia comunidad, gracias a una optimización eficiente que no sobrecarga el sistema, el rendimiento del port de PC ha sido también bien recibido en este aspecto.

A todo esto se suma una banda sonora que no se limita a acompañar la acción, sino que la potencia. Las composiciones musicales están claramente pensadas para enfatizar tanto los momentos de mayor intensidad como aquellos pasajes más introspectivos de la historia. Con una identidad sonora que se ajusta al carácter trágico y combativo del protagonista, la música de Khazan sabe cuándo ser estruendosa y cuándo dejar espacio al silencio, logrando así transmitir tanto épica como vulnerabilidad.
Como ejemplo de su rendimiento en la consola de Microsoft, dejo un video creado con clips capturados en mi Xbox Series.
Un guerrero derrotado buscando venganza y redención
Acerca de la historia, “The First Berserker: Khazan” nos pone en la piel de, justamente, Khazan, un general legendario del Imperio Fell-Los, conocido por derrotar al temido Dragón Berserker Hismar. Pero su gloria fue pasajera, ya que traicionado y acusado injustamente de traición, inicia una misión de venganza para recuperar su honor. Para ello, cuenta con un poder inesperado, al descubrir que su cuerpo ha sido poseído por un espíritu del inframundo cuya fuerza se convierte en el arma definitiva para desafiar al imperio que lo condenó.
Esta transformación no solo representa un incremento de poder, sino también una pérdida progresiva de humanidad, tema que la historia insinúa con sutileza, aportando profundidad a un relato que, por momentos, se deja llevar por la acción desenfrenada.

Y es que con esta premisa, el juego se sumerge en una narrativa cargada de dramatismo, venganza y épica. Lo que comienza como una tragedia personal pronto se convierte en una espiral de violencia, poder oscuro y redención retorcida, en una narrativa que, si bien no es completamente original en su concepto, logra mantenernos enganchados gracias a su potente ambientación y el magnetismo de su protagonista.
Junto a lo anterior, hay que decir que los diálogos no destacan por su sofisticación, y que algunos personajes secundarios apenas se desarrollan más allá de su función narrativa. Pero esto no le quita mérito a lo narrativo que, aunque no sea lo más importante del juego, desde el punto de vista gamer, el viaje de Khazan tiene suficiente peso para sostener la historia por sí solo.

Y es que su evolución de héroe traicionado a figura implacable del combate es el motor que impulsa cada paso del jugador. Su pensamiento de “¿Qué tengo que perder?”, resume perfectamente el espíritu de esta odisea, el cual es un camino sin retorno, donde el dolor se convierte en fuerza y la muerte, en una herramienta más del guerrero.
No sólo “otro souslike más”, un gran y entretenido souslike de esos que te incentivan a querer mejorar, mientras avanzas en la historia
Para terminar y no porque sea lo más importante, por el contrario, ES lo más importante, hay que hablar sobre las mecánicas de “The First Berserker: Khazan”. Y es que en un mar de juegos similares que buscan emular la fórmula de FromSoftware con mayor o menor acierto, “The First Berserker: Khazan” se presenta como una propuesta que no pretende reinventar el género, pero sí refinarlo bajo una óptica propia.
Eso es una agresividad calculada, precisión táctica y un sistema de combate que premia tanto la temeridad como la reflexión. Lo nuevo de Neople y Nexon es como adelanté al inicio de esta reseña, un título exigente y visceral que saca el máximo provecho de sus mecánicas para ofrecer una experiencia sólida, intensa y sorprendentemente adictiva.

Desde el primer minuto, “The First Berserker: Khazan” deja claro que no está interesado en facilitar la vida al jugador, ya que por ejemplo, la elección de clase al comienzo es permanente, definiendo profundamente el estilo de juego, desde builds centradas en parry y bloqueo, hasta otras que priorizan la evasión y el daño explosivo. Cada enfoque tiene sus propias fortalezas, y el juego se encarga de hacerte sudar hasta que encuentres el tuyo.
Cómo ya es clásico en este tipo de juegos souslike el núcleo del combate se sustenta sobre una interesante dualidad, la gestión de la stamina, usada para ataques básicos y defensas, y los puntos de habilidad que permiten activar técnicas especiales. Esta separación genera una dinámica fluida y táctica, en la que alternar entre aguantar la presión y lanzar una ofensiva, se convierte en una danza peligrosa. Enfrentar a un enemigo con la barra de resistencia vacía puede significar una muerte segura, mientras que una lectura acertada de su patrón de ataque puede abrir una ventana de oportunidad que cambia por completo el curso del combate.

Pero si hay un aspecto que realmente eleva la experiencia en “The First Berserker: Khazan”, ese es el enfrentamiento contra los jefes. Las cerca de 15 batallas principales son verdaderas pruebas de habilidad, reflejos y paciencia. Aquí es donde el juego brilla con luz propia, ya que cada jefe tiene una identidad marcada, tanto en diseño visual como en comportamiento. Algunos se mueven con rapidez felina, encadenando ataques vertiginosos, mientras otros imponen con su fuerza bruta, capaces de lanzar a Khazan por los aires como si fuera una muñeca de trapo. Hay quienes, incluso, envenenan, queman o drenan la energía del protagonista lentamente, generando tensión sostenida durante todo el combate.

Y aunque hacia el final del juego algunos enfrentamientos rozan lo excesivo, cruzando esa línea que separa lo desafiante de lo injusto, incluso en sus momentos más crueles, Khazan mantiene la coherencia. Y acá siento que el equipo de desarrolladores de Neople han traído a su juego la filosofía de Miyazaki de la que hablaba, ya que si caes, es porque te equivocaste. Y si triunfas, la sensación de victoria es tan intensa como gratificante.
Junto a lo anterior, la progresión de personaje acompaña con inteligencia, y a medida que utilizamos un tipo de arma, esta sube de rango y desbloquea puntos que pueden invertirse en árboles de habilidades exclusivos para cada estilo. No es solo una cuestión de números, desbloquear una nueva técnica puede cambiar por completo la forma en que enfrentamos un jefe o encadenamos una secuencia ofensiva. Esa progresión, lejos de sentirse artificial, empuja al jugador a seguir experimentando y mejorando.

En cuanto al diseño de niveles, Khazan opta por una estructura más cercana a lo visto en juegos como Nioh, mapas autoconclusivos, con rutas bien marcadas y entornos temáticamente coherentes. No hay un gran mundo interconectado, pero sí variedad visual, con fortalezas nevadas, laboratorios en ruinas, criptas malditas. Cada zona se siente viva, con enemigos y ambientación que refuerzan el tono oscuro del juego.
Por otro lado, las misiones secundarias, si bien abundantes, no aportan demasiado a nivel jugable, ya que en su mayoría se limitan a redescubrir zonas conocidas o enfrentar versiones recicladas de jefes ya derrotados. Sirven como una excusa para profundizar en el lore o conseguir recursos, pero rara vez ofrecen desafíos realmente nuevos o memorables.
Todo lo anterior termina haciendo que, para quienes buscan un action-RPG desafiante, técnico y agresivo, Khazan termina siendo una propuesta interesante y hasta imperdible, según tus gustos. No reescribe las reglas, pero las ejecuta con tanta seguridad y pasión que se gana su lugar entre los grandes del género.

Conclusión
“The First Berserker: Khazan” no se anda con rodeos, es directo, implacable y sorprendentemente pulido, su sistema de combate es uno de los más estimulantes y bien equilibrados que ha dado el género en los últimos años, mientras sus jefes, simplemente están a otro nivel. Puede que sus secundarios no deslumbren y que su diseño de niveles apueste por lo seguro, pero eso no empaña una experiencia que sabe exactamente a qué público va dirigida.
En resumen, es una sorpresa mayúscula que no solo atrae por su aspecto visual con estos diseños maravillosos estilo anime, siendo, según creo, una compra obligada para cualquier amante de los desafíos, la acción refinada y los mundos oscuros donde cada combate importa.
Agradezco a Xbox y compañía por copia del título y tener así la oportunidad de jugarlo y contarles mi experiencia.