Esta semana llegó a nuestro país la nueva película de Quentin Tarantino titulada Había una vez en Hollywood, la cual cuenta con las actuaciones principales de Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie.
La historia tiene lugar en Los Ángeles de 1969, en el mejor momento del Hollywood hippie. Los dos personajes principales son Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), ex estrella de una serie del Oeste, y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt). Ambos luchan por triunfar en un Hollywood que ya no reconocen.
Con más de 40 millones de dólares de recaudación en su primer fin de semana en Estados Unidos, la novena película de Quentin Tarantino se convirtió en el mejor estreno de la carrera del director norteamericano. Esto sumado a su exitoso paso por el festival de Cannes en mayo pasado, convirtieron a Había una vez en Hollywood en una de las películas más esperadas del año.
Y se entiende el éxito, ya que más que una carta de amor al cine, como el mismo Tarantino ha dicho en muchas entrevistas, la cinta es una carta de amor a sus fans, quienes se deleitarán con una de los proyectos más personales del director. La película está repleta de las eternas citas del realizador a otros filmes y de referencias culturales de la época, como series de televisión, bandas musicales y lugares de la cuidad de Los Ángeles, época que coincide justamente con los años en que Tarantino vivió ahí su niñez.
Así es como dentro de esta puesta en escena, la película se nos entrega en dos grandes arcos, uno con la historia principal de Rick Dalton y Cliff Booth, donde DiCaprio y Pitt se lucen con sólidas interpretaciones, pero además es una película acerca de los asesinatos de la familia Manson, grupo que se nos presenta durante varios pasajes, al igual que una de las víctimas en la vida real del grupo de homicidas, la actriz Sharon Tate, interpretada por una angelical Margot Robbie.
Es ahí donde más se disfruta Había una vez en Hollywood. Y es que esta idea es una piedra de tope entre quienes están familiarizados con esa historia de la vida real y conocen algo del cine de la época, ya que durante algunas largas secuencias, Tarantino busca la complicidad del espectador, quien se supone entiende o conoce lo que está viendo. Es en algunas de estas escenas donde quienes no enganchen con lo que nos entrega el realizador o no sean muy fans de él, las podrían encontrar aburridas, pomposas y hasta innecesarias.
De todas maneras, Había una vez en Hollywood es una cinta magistral de Tarantino y una carta de amor a sus fans, un homenaje al cine de los años 60 y 70, y además de alguna manera, a las actrices de aquella época, como la adorable Sharon Tate de Margot Robbie, de la cual logramos enamorarnos durante sus apariciones y por esto mismo, tenernos con el corazón en la mano cada vez que vemos rondar a la familia Manson durante la cinta.
Había una vez en Hollywood ya está en las carteleras nuestro país.
