Por Pedro Llantén Garrido.
Incomodidad, dolor, angustia, vergüenza, impotencia y sobrecogimiento son sentimientos por los que pasé durante este necesario visionado. ‘Haydee y el pez volador’ es un documental chileno que relata una historia de más de cuarenta años y que, lamentablemente, sigue siendo vigente en nuestro país.
Se solía tener en la mente del colectivo nacional la idea de que si salía una película nueva, ésta trataba de uno de dos temas: Sexo o Dictadura. Con el tiempo esto ha ido cambiando, la perspectiva de nuestro cine se ha diversificado y han aparecido nuevos asuntos a tratar. Lo que para algunos de nosotros, y me incluyo, daba aires renovados a nuestras producciones. Pero hablando de lo anterior, pensé más de una vez que eran temas trillados. Y, en cuanto a la dictadura en particular, llegué a pensar que ya era hora de …no olvidar, para no volver a caer de nuevo en lo mismo, pero sí de empezar a dejar atrás algo que pasó hace ya medio siglo. Sin embargo, resulta que no todo está dicho y es importante volver a levantar la voz.
Haydee me toca en parte por eso. Me veo retratado en ella a través de un personaje que entiende lo doloroso que fue, pero ya lo ha normalizado. También refleja al que no quiere saber …¿para qué más?. No obstante, hasta ahora siempre habíamos conversado de la Dictadura per sé, pero nunca habíamos visto -al menos que yo recuerde y corrígeme si me equivoco- la mirada de una de las víctimas de dichos años.
‘Haydee y el pez volador’ trata sobre la primera condena por torturas contra una mujer embarazada en Chile. Haydee tenía 21 años y 4 meses de embarazo cuando fue detenida junto a su madre y a su hija de un año, y perdió al hijo que esperaba debido a las torturas. El documental muestra cómo ella lucha durante diez años, para finalmente lograr que la Corte Suprema condene a cuatro ex agentes de la Armada, responsables de las torturas y de la muerte de su hijo. Una resolución inédita en Chile, y un importante triunfo para los DD.HH., y todas las mujeres detenidas y desaparecidas en dictadura.
Técnicamente, me parece muy interesante que el metraje utilice el recurso de la fotografía fija, porque considero que retrata de manera perfecta lo que está fijo en la vida de estas personas, lo que se hizo inalterable, eterno o que fue perpetuado en sus recuerdos y, más allá de los recuerdos, en la vida misma. Uno entiende que su pasado es presente y que hechos así de grotescos no pueden dejarse atrás; que estas experiencias quedan grabadas. La cinta obliga a darte cuenta cuán terrible es lo que vivió Haydee y todo lo que sigue viviendo actualmente por lo que vivió en aquél entonces y, por extensión, todas las personas que pasaron por los terrores que significó esa época de nuestra historia.
No obstante, también pone en relevancia que uno, como persona, puede tomar acción frente a estas situaciones. Hubo un actor importante en este caso y es una acción desinteresada realizada por él la que abre preguntas acerca de nuestro compromiso como sociedad chilena ¿Qué tan empáticos somos?¿Qué hacemos por el otro sin mirar el beneficio propio? Hablando de lo mismo, me apena entender que habrá gente que no verá esta película simplemente por saber que tema toca y me apena porque es un metraje que remueve la conciencia. ¿Es humano que una condena a un crimen de lesa humanidad de esta magnitud reciba una condena -y así de paupérrima- cuarenta años después de ocurridos los hechos?¿Esta tardanza es mera culpa de un ineficaz sistema de justicia o tiene también relación con el hecho de que a nosotros, como compatriotas, no nos importe tanto lo que el otro sufrió?. Sesenta años parece demasiado para devolver a estar personas algo de tranquilidad.
Haydee y el pez volador se estrenará on-line. Estarán disponibles los enlaces de exhibición en el sitio web de Miradoc desde el 25 de Junio así como también en Vimeo, iTunes, Google Play, Amazon TVOD, YouTube, y Cinépolis Klic. Por otro lado, el documental también será parte de la cartelera de la Red de Salas.
Ficha Técnica.
Director: Pachi Bustos
Guionistas: Pachi Bustos, Paola Castillo
